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España

Uno de cada tres adolescentes se ve gordo

Al 40% de las quinceañeras les acompleja su peso, aunque sólo un 12% tiene problemas de obesidad. El 20% se ha sometido a dieta, según la OMS

Uno de cada tres adolescentes se ve gordo larazon

MADRID- Hábitos alimenticios, educativos, familiares, sanitarios, sexuales... Durante la adolescencia, estas rutinas sentarán las bases de la vida adulta. Con el ánimo de identificar las principales virtudes y corregir posibles defectos, se realiza cada cuatro años la encuesta «Condiciones sociales de la salud y el bienestar de los jóvenes», encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a más de 40 países. ¿El «target»? Unos 200.000 menores de 11, 13 y 15 años. Por su parte, España entrevistó a 5.040 escolares. Y éstos son los resultados más significativos.

Obesidad
Llama la atención que, ya a la tierna edad de 11 años, alrededor del 24% de los menores de 11 años –25% de chicas y 23% de chicos– afirma estar gordo. El porcentaje alcanza el 33% –39% de niñas y 28% de niños– si hablamos de adolescentes de hasta 13 años. Y, si nos situamos en los 15 años, la cifra se dispara al 35%. Y, concretamente, esta percepción afecta al 45% de las menores, y sólo al 25% de los chicos.
Ahora bien, ¿hay motivo para que tengan esta imagen de sí mismos? «A medida que se van a haciendo mayores, las chicas se ven más con sobrepeso y los chicos con un índice de masa corporal normal. Y, sin embargo, el sobrepeso se va más », explica Carmen Moreno, catedrática del departamento de Psicología de la Facultad de Sevilla y encargada de la parte española del estudio. Y así es: las chicas de 15 años se verán más gordas, pero, en realidad, sólo el 12% presenta sobrepeso u obesidad, mientras que este problema afecta al 19% de los chicos. Así, ¿indican estas cifras la aparición cada vez más tempranas de trastornos como la bulimia o la anorexia? «Existe el riesgo de que estas conductas se adelanten. Hay que tener cuidado con qué mensaje se transmite. Y en internet pueden encontrar muchos recursos para ‘‘saltarse'' comidas», explica Moreno. Tampoco se puede negar que, efectivamente, el 18% de los niños de 11 años y el 17% de los de 13 tienen problemas de sobrepeso. El estudio subraya que el 12% de los niños de 11 años y el 14% de los de 15 años –20% de chicas, 9% de chicos–se ha sometido a métodos para adelgazar . «La obesidad infantil es un problema en España. Se ha producido un cambio en los hábitos de alimentación, se dan costumbres más sedentarias, los chicos ven menos televisión pero pasan muchísimo más tiempo ante el ordenador...», apunta la experta.

El 21% practica sexo
En lo que se refiere a hábitos sexuales, la encuesta sólo se ha centrado en adolescentes de 15 años. Alrededor del 21% –un 20% de chicas y un 23% de chicos– han practicado relaciones coitales. En este sentido, no puede decirse que nuestros jóvenes sean especialmente precoces: ocupamos el 29º puesto del ránking, muy por debajo de la «líder», Groenlandia, en la que más del 58% de estos jóvenes han mantenido relaciones. «En este sentido, cada vez nos acercamos más a los países de nuestro entorno», dice Moreno, que destaca una noticia «positiva»: nuestro país es el quinto en el mundo a la hora del uso del preservativo, con un 83% de jóvenes que lo utilizan. Mientras, el uso de la píldora del día después se extiende sólo al 8% de las jóvenes que mantuvieron relaciones. Con todo, la catedrática tiene la percepción de que «se utiliza la píldora postcoital como un método anticonceptivo más».

Borracheras a los 13
¿Consumen los menores españoles más alcohol y tabaco que la media mundial? Más o menos, se mueven en patrones intermedios. En cuanto al alcohol, un 6% de los niños de 13 años reconoce haberse emborrachado al menos dos veces. Pero la cifra se dispara a más del 33%, con un porcentaje muy igualado entre chicos y chicas, si nos situamos en los 15 años. En esto último superamos a países como Francia (21%), Italia (16) y EE UU (14%). Además, un 22% de los adolescentes españoles de esa edad reconoce haberse emborrachado, sin apenas diferencia entre sexos.
En lo que respecta al consumo de nicotina, dos de cada diez adolescentes de 15 años confiesa haber fumado por primera vez a los 13 años. Algo que han hecho más las niñas (24%) que los niños (18%). De hecho, llama la atención el hecho de que ellas están más «enganchadas». El 19% del total de jóvenes de 15 años dice que fuma al menos una vez a la semana: un 23% de las chicas y un 15% de los chicos. 

«Líderes» en cannabis
Uno de los problemas más serios a los que se enfrentan los menores es el consumo de drogas. El incremento del uso de estos tóxicos no está directamente relacionado con el nivel de vida o la clase social a la que pertenece el menor. Se ha generalizado como una actividad social.
El cannabis es la droga más extendida entre los adolescentes y la última macro encuesta de la OMS ratifica los datos que cada año adelanta la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). De los 40 países que se han analizado, España ocupa la segunda posición, sólo la precede Canadá en el consumo de esta droga entre adolescentes de 11 a 15 años. En concreto, el 16% de los estudiantes de 15 años admite haber fumado cannabis en el último mes. Además, tres de cada diez afirma haberlo probado. Un dato generalizado en los 40 países es la prevalencia del consumo en los chicos, por encima de las chicas. A la doctora Moreno no le llama especialmente la atención este dato ya que considera que «es una conducta exploratoria y no tanto un hábito», afirma.

Complicidad con los padres
El informe no sólo se centra en los hábitos saludables de los jóvenes, hace especial hincapié en la relación que éstos mantienen con su entorno educativo y su familia. Se centran en la relación que mantienen con sus progenitores, clave para el desarrollo positivo de los menores. Las cifras son muy elevadas, lo que demuestra el alto grado de complicidad que existe entre los niños y sus progenitores. Con 11 años, nueve de cada diez niños les cuentan sus problemas a sus madres, aunque la proximidad con los padres es menor.
Las relaciones con la escuela son un pilar básico en el etapa de la infancia y de la adolescencia y representan una base importante para el desarrollo de su juventud. La OMS no ha entrado a valorar el nivel de estudios ni los resultados escolares, sus datos se centran en sus relaciones sociales. En lo que respecta al uso de la tecnología como mecanismo de comunicación, los resultados difieren mucho de los estudios españoles. Los menores de nuestro país están a la cola en el uso de internet y de los móviles. Lituania nos supera con creces. Mientras que en España los adolescentes de 15 años los usan un 36,5%, los lituanos se acercan al 74%.


«Tengo 15 años, mido 1,74 y peso 54 kilos, ¿estoy gorda?»
En un momento de cambios físicos como la adolescencia, el peso pueden llegar a convertirse en un problema de primer orden. Muchos jóvenes vuelcan su angustia en la red, que recoge inquietantes peticiones de «auxilio». «¿Cómo bajo de peso en poco tiempo? A veces me dan ganas de vomitar, pero no quiero hacerlo porque me da asco», explica una joven. «Tengo 15 años y muchos sueños: canto y escribo, pero soy gorda. Tengo que bajar de peso. ¡Que alguien me ayude!». Los foros también reflejan la inseguridad propia de esta edad: «Mido 1,74, peso 54 kilos y tengo 15 años, ¿estoy gorda?».

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