«Llamaron a casa y amenazaron con darme una paliza»

MADRID- Luis Bermúdez tiene 57 años. Desde hace 32 trabaja como bombero del Cuerpo del Ayuntamiento de Madrid. La última semana en su parque, el de Puente de Vallecas, ha sido un infierno. Ha puesto tres denuncias contra sus compañeros por coacciones, insultos y amenazas. Es la primera vez que ha tenido que tomar una decisión así en toda su carrera. «La situación es algo personal. No entiendo los ataques. Las cosas se pueden arreglar sin discutir», asegura con ánimo conciliador este suboficial que no quiere que su imagen aparezca en los medios.Le trasladaron a Puente de Vallecas hace apenas un año, pero ir a trabajar no ha sido fácil para Luis desde que cambió de destino. A cuenta del conflicto que mantiene el Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz-Gallardón con Bomberos, el ambiente está crispado. Tras meses de protestas, los suboficiales decidieron la semana pasada retomar sus tareas. El Consistorio podía abrirles un expediente. Esta decisión fue el punto de partida de los problemas de Luis Bermúdez. El miércoles pasado, durante el relevo de la guardia, fue increpado por un grupo de compañeros. «Esquirol», «sinvergüenza», «traidor», le gritaron como previo a una acalorada discusión. Tras este rifirrafe se produjo otro altercado con el suboficial como protagonista. Hasta 15 compañeros le rodearon en el patio y comenzaron a increparle. Asegura que incluso le tiraron una barra de helado contra el coche.

Los sindicatos lo dudanAl día siguiente las amenazas se extendieron a sus familiares. Recibió una llamada en su casa en la que, identificados como bomberos del parque 3, «dijeron a mi mujer que iban a darme una paliza», relata el bombero. El último episodio se produjo el viernes 11. Cuando llegó a trabajar se encontró con la taquilla forzada. «Me habían robado», asegura.La Policía ya está investigando lo sucedido. Bermúdez ha denunciado a tres compañeros por insultos, amenazas telefónicas, coacciones y robo con fuerza. Además, ha hecho un informe de lo ocurrido para la subdirección general de Bomberos, que estudian la imposición de sanciones administrativas a los implicados.

No hay marcha atrás. La actuación de los bomberos es «injustificable» para el Ayuntamiento de Madrid. Los sindicatos de los bomberos, sin embargo, dudan que se hayan producido amenazas. Luis, que sigue trabajando, ha vuelto a terminar su turno a las nueve de esta mañana. «No me dan ningún miedo, pero espero que esto no vaya a más», concluye.