Raphael: «No he querido grabar un disco de tango para turistas»

Raphael es otro cuando conversa: contenido en todo. No hace por hilvanar frases extensas porque todo lo expresa con la mirada y la entonación. Al contrario que en escena, donde se vuelve un pirotécnico, más aún gestual que vocal. Imaginen lo que puede construir en escena con un repertorio como «Te llevo en el corazón». Tres compactos donde se aprietan el desgarro del bolero, la nostalgia de la canción mexicana y la pasión del tango.

-Los «fans» de Raphael no se sorprenderán, pero el resto del público quizá sí: acaba de cerrar la gira del 50 aniversario y ya tiene un nuevo disco en la calle y vuelve a la carretera.
-Yo soy así. Cuando siento una cosa, la tengo que hacer. Y también me pasa al contrario: cuando no quiero hacer algo, no lo hago.

-Rancheras, tangos y boleros. Supongo que de tanto cruzar el charco sentirá estas melodías Iberoamericanas como propias.
-Me lo he tomado muy en serio, con todo el respeto. No he querido hacer una cosa para turistas.

-Son tres estilos de música muy diferentes...
-Son totalmente distintos, pero la música popular se encadena muy bien la una con la otra. Desde España a Argentina, Chile, Colombia... hasta llegar a México y de ahí a Estados Unidos. Tienen muchas cosas perfectamente conectadas.

-Había grabado ranchera y bolero con bastante éxito, pero debuta en el tango, ¿cómo lo ha afrontado?
-Nunca me había atrevido a abordarlo, y tan en serio. Por eso me fui a grabarlo en Buenos Aires, porque donde quiero que realmente guste es allí. El tango es un poco como el flamenco en España, tiene sus puristas. Así que como para meterse en un jardín sin flores...

-¿Qué criterio utilizó para la selección de los temas?
-Yo siempre me dejo llevar por los impulsos. Cuando pienso en una cosa, es esa, ¿Por qué? no se sabe, son pálpitos.

-Está a punto de pasar casi el mes entero de noviembre dando conciertos en Madrid, ¿no impone volver a la capital con un compromiso semejante?
-No es la primera vez que lo hago. Lo afronto con mucha ilusión y con ganas. A estas alturas de mi carrera salgo sin nervios, sólo a disfrutar.

-¿Cuál será el formato del concierto en el teatro Gran Vía? ¿Será uno de esos maratones a los que nos tiene acostumbrados Raphael?
-No lo puedo revelar porque tiene su truco. Te diré que el público va a escuchar mis canciones, al menos todas las gordas. El ajedrez para configurar los conciertos es muy complicado, pero es lo que mejor se me da. Mis conciertos no pueden durar menos de lo que duran porque ha habido una evolución que se debe notar.

-¿Cómo se ha visto en la miniserie que le ha dedicado Antena 3?
-Lo hicieron muy bien, con mucho respeto, cariño y muy bien interpretado. Acepté que se hiciera la serie porque quería dar un mensaje de esperanza a la gente que se encuentra con el problema que estuve y se anime a todos a que sean donantes. Si no hubiera sido así no habría aceptado, no me interesaba enseñar mi vida.

Esperando a «Cyrano de Bergerac»
El artista aceptó que se rodara esta serie de Antena 3, pero se ha negado a que se estrene un musical sobre sus temas. Le queda cuerda para rato: «¿Pero cómo van a hacer una obra con mis canciones cuando puede que yo actúe en el teatro de en frente?». Además, el tampoco tiene abandonada su faceta como intérprete de musicales. Después del éxito de «Jekyll & Hyde», tenía previsto volver a escena, pero el transplante de hígado se lo impidió. Ahora, el mismo equipo de aquella producción prepara «Cyrano de Bergerac», cuyos temas
ya ha grabado en estudio el intérprete. Sus compromisos de gira le impiden que el estreno sea inmediato, pero no olvida el proyecto.