Una persecución de altura

Madrid- Aunque era de madrugada y no había casi nadie por la calle, trepar por un edificio en pleno centro de Madrid tiene sus riesgos. J.M.A.S, de 37 años, lo intentó la madrugada del martes pero, esta vez, la jugada le salió mal. Un vecino le pilló dentro de su casa, justo cuando se disponía a llevarse el primer objeto de valor que encontrase, y llamó al 091. En lugar de echar a correr por la calle el hombre cometió el error de escapar por las alturas, un escenario mucho más incómodo para huir con éxito. Cuando los agentes se presentaron en la vivienda asaltada, el propietario les explicó que el caco había escapado por los tejados. Los dos policías, de la Brigada de Seguridad Ciudadana, le siguieron los pasos y así comenzó una persecución por las azoteas de los inmuebles entre la calle Infantas y la calle de la Reina.

Ya en las alturas, los compañeros desplazados para reforzar la operación a ras de suelo comunicaron a los dos que había subido que una nueva llamada alertaba de un hombre agazapado en al azotea de la finca. Los policías no dudaron en subir a los tejados, a pesar del grado de inclinación de las azoteas y el mal estado de las tejas. Al ver a los agentes, el delincuente se dirigió a la carrera a un andamio de obra instalado en una fachada. Los agentes, comunicaron la situación a sus compañeros situados abajo y éstos subieron por el andamio. Se toparon con él en el quinto nivel de la estructura metálica cuando trataba de ocultarse escondido de cuclillas. El delincuente forcejeó con uno de los agentes, que estuvo a punto de precipitarse al vacío de no ser por la rápida reacción de su compañero, que evitó la caída agarrándole del cinturón. Tras su detención, se comprobó que el arrestado había participado en hechos similares ocurridos en calles aledañas, según la Jefatura.