Los falleros «dolidos» se niegan al cambio de fecha de la «cremà»

VALENCIA- Estudiar la negativa de un «dolido» mundo fallero a que el día 19 de marzo, día de la «cremà», se pase a los lunes, una medida anunciada por el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, que ha servido para tensar las relaciones entre el Consell y las Fallas de Valencia. Esto fue lo poco que ayer aseguró el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, tras una larga reunión con los representantes de Junta Central Fallera (JCF).
Castellano, quien ya había manifestado la necesidad de mantener encuentros con todos los sectores afectados por esta iniciativa, valoró de forma positiva un acto que solo sirvió para que los representantes falleros dijeran «no» a una idea que «ataca a las tradiciones». Además, no quiso confirmar que el Gobierno valenciano pudiera llegar a retroceder en la aplicación de la medida ante tal abrumadora negativa.

Un cambio de fecha que, en palabras de la consellera de Cultura y Turismo, Lola Johnson, favorecería a las pequeñas y medianas empresas y beneficiaría a los comercios turísticos durante los días de fiesta.

No obstante, aunque la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, ya había mostrado su rechazo a las intenciones del Consell, el concejal de Fiestas y presidente de JCF, Francisco Lledó, también fue muy crítico. Quiso destacar que, aunque la reunión había servido para sentar las bases de un diálogo que tiene que fructificar en septiembre, el sector se sentía «molesto» por las formas en las que se había anunciado.

En esta línea, negó que, aunque se instaurara una tasa para ayudar a las Comisiones por parte del sector de la hostelería, se lograría cambiar el parecer de los más de 100.000 falleros censados. Pocas fueron las voces que mostraron respaldo a Alberto Fabra, y solo uno de los representantes falleros accedió a que se produzca esta variación en la fecha. Una opinión que sí es aceptada por los presidentes de las Fallas de la Sección Especial.

Otro de los temas candentes era la subida del IVA al 21 por ciento. Ambos coincidieron en asegurar que se debe diferenciar entre lo referente a los artistas falleros, un gremio que no especula con el arte y que debería quedarse con el impuesto reducido del diez por ciento, y el resto de actividades falleras. Sin embargo, esta imposición viene del Gobierno central y es, en principio, inevitable.