Barcelona

Montilla reitera que hay que cambiar la Constitución pero no ahora

Mas se erige salvador del tripartito, Montilla le reta a decir si quiere romper con España y Puigcercòs desafía al TC.

Montilla reitera que hay que cambiar la Constitución pero no ahora
Montilla reitera que hay que cambiar la Constitución pero no ahoralarazon

Si hay algo que quedó claro ayer es que la resolución de mínimos pactada para visualizar la disconformidad del Parlament con la sentencia del Tribunal Constitucional, no convence a nadie. Ni siquiera al padre de la propuesta, el presidente de la Generalitat. José Montilla, que ayer cambió el traje de presidente por el de primer secretario del PSC, admitió que el daño que ha hecho la sentencia «no se arregla ni con una resolución en el Parlament ni con una resolución del Congreso». Y no se soluciona porque, a su entender, «se ha producido una ruptura de confianza y un distanciamiento emocional» que «requiere tenacidad y voluntad de pacto», algo que Montilla no ve en el resto de partidos catalanes.En precampaña, mandan los intereses partidistas. Montilla se vio forzado a hacer equilibrios para no defraudar al electorado catalán sin desacreditar a Zapatero. Avisó de que no renuncia a la reforma de la Constitución «para dotarnos de un Senado federal y reconocer la plurinacionalidad de España». Pero se vio obligado a recular y matizar que no habla de una reforma inminente, porque con la actual correlación de fuerzas y la actitud del PP «no es posible». La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, desde Sitges, donde se celebra la escuela de verano del PP, le advirtió de que «el PSC no cambiará la Constitución porque el PP no quiere».Cruce de reprochesMontilla cerró en Lleida la convención del programa marco del PSC. Si bien el texto no renuncia a la reforma de la Constitución, Zapatero descartó cambiarla en el Comité Federal del PSOE. Con todo,el primer secretario del PSC le resultó más fácil criticar a sus rivales en la carrera electoral por la Presidencia. Sobre todo, no le costó reprender al candidato de CiU, Artur Mas. Tras reprocharle que abandonara la cumbre de líderes catalanes donde se debía pactar un texto para reivindicar el Estatut, le desafió a ser tan claro como ERC y decir si quiere romper con el marco estatutario y constitucional de España.Si Montilla se presentó como el defensor de la «senyera» y del Estatut, Mas presumió de haber salvado al tripartito de hacer el «ridículo», al apoyar el acuerdo de mínimos. Tal y como le pediría Montilla, se desmarcó de ERC criticando su radicalización. En el Consell Nacional de ERC, Joan Puigcercòs defendió su derecho a ser insumiso y a no acatar la sentencia. Y Joan Ridao acertó al decir que la unidad política se ha agotado. El intercambio de reproches dio alas a las palabras de Sánchez- Camacho, «hemos pasado de ser catalanes "emprenyats", a decepcionados y ahora a catalanes abandonados».