Barcelona
La Policía registra la sede de los Mossos
El juez que investiga el caso de narcotráfico «Macedonia» duda de las escuchas remitidas por el cuerpo autonómico y ordena hacerse con copias «sin errores»
BARCELONA– Hacia las 11.00 horas de ayer, el juez Joaquín Aguirre, la secretaria judicial del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona y agentes de la Policía Nacional irrumpieron en la sede central de los Mossos d'Esquadra. Objetivo: localizar y copiar la grabación de las conversaciones intervenidas a varios narcotraficantes. Y es que, el juez Aguirre, que investiga el «caso Macedonia» en el que están implicados traficantes y agentes de los diferentes cuerpos policiales, sospecha que las pruebas y los ficheros de audio proporcionados por los Mossos d'Esquadra están incompletos o falseados.
A principios de junio, el colectivo Manos Limpias, que ejerce de acusación particular, remitió un informe pericial al juez. En éste, señalaba que en la información proporcionada en DVD por la Unidad Adscrita de los Mossos d'Esquadra faltaban 708 ficheros de audio, 711 archivos de transcripción, 1.490 ficheros de sms y que otros cuatro ficheros de audio habían sido manipulados no siendo idénticos a los originales. El juez Aguirre solicitó entonces a la División Económica y Técnica de la Policial Nacional que comparara los datos de los DVD con copias máster de las grabaciones entregadas por los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, la Policía Nacional señaló que la tarea era imposible, ya que dichas copias eran defectuosa.
Manos Limpias concluyó en su informe que las transcripción de las llamadas telefónicas fueron «modificadas y manipuladas con la clara intención de que no fueran identificadas personas en unos casos, y con la de desviar la atención de las investigaciones de otras determinadas personas en otros casos». Asimismo, según el juez Aguirre, y a tenor de la advertencia de la Policía Nacional, las copias entregadas por la Unidad de Medios Técnicos de los Mossos d'Esquadra contenían «errores procedentes de fuertes rayaduras, perfectamente advertibles a simple vista», que hacían imposible el «cotejo y comparación» con la información proporcionada por la Unidad Adscrita. Y, por ello, ordenó la entrada en la sede central Egara de los Mossos d'Esquadra, para lograr «una muestra indubitada y sin errores» de las grabaciones telefónicas. Aguirre solicitó que la copia de las llamadas intervenidas se realizara en un disco duro, «a fin de evitar posibles rayaduras». Ahora, será la Policía Nacional la que, a petición de la Fiscalía, haga la comparativa y transcriba la información.
En defensa de los Mossos
El conseller de Interior, Felip Puig, o dudó en salir ayer en defensa de los Mossos d'Esquadra y poner de manifiesto su «plena confianza en el trabajo y la profesionales de los Mossos». Para Puig, la irrupción del séquito judicial y policial en la sede Egara de la Policía Autonómica fue cuanto menos «una imagen chocante y compleja», aunque mostró su respeto por el trabajo del juez Aguirre. Asimismo el conseller destacó que espera que la investigación del «caso Macedonia» acabe «lo antes posible».
Y es que, entre los imputados se encuentra el subinspector de los Mossos d'Esquadra y jefe de la unidad anticorrupción Antoni Salleras así como cinco de sus subordinados. Se les acusa de proteger a narcotraficantes y policiales a los que se investiga.
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