Jubilación

La «hucha» del paro cerró 2011 en números rojos

El Estado gastó 746 millones de más al desviarse el presupuesto un 2,5%. El Gobierno sólo usará la reserva de las pensiones como última opción

La «hucha» del paro cerró 2011 en números rojos
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MADRID– La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, aseguraba el pasado jueves que las prestaciones por desempleo «están garantizadas» a pesar de que esta partida no para de crecer mes a mes. De hecho, en 2011 los gastos por desempleo se elevaron a 31.220,7 millones de euros, un 2,5% más de lo que estaba presupuestado para ese año (30.474 millones de euros). En total, se destinaron 746,7 millones de más. Estos gastos casi duplican los registrados hace cinco años (17.054,7millones), justo antes del inicio de la actual crisis.

Claro que en aquel año el número de parados ascendía también a la mitad de los que tenemos ahora (2 millones, frente a los 4,5 millones con los que cerró enero). En 2009, con el estallido de la crisis económica, los gastos por prestaciones fueron superiores a los de 2011. Ascendieron a 32.174,6 millones. Aunque el secretario de Estado de la Seguridad Social aseguraba que la partida destinada a pagar las prestaciones por desempleo se puede siempre incrementar, Tomás Burgos admitía el jueves que atravesamos «un periodo complicado», en donde la cifra de afiliados se sitúa en los 16,9 millones de personas, el nivel más bajo desde septiembre de 2004.

De hecho, sólo quedan 2,42 cotizantes que pagan por cada pensionista, algo que no se producía desde 2003. En 2007 el sistema tuvo récord de ocupación con 19,5 millones de personas y en 2008 la relación entre trabajadores y pensionistas era de 2,71.

Menos cotizantes
Para más inri, de los cada vez menos cotizantes que van quedando, 2,3 millones son desempleados, según los datos del Ministerio de Empleo hasta diciembre, lo que significa que una vez que estas personas dejen de cobrar su prestación por desempleo dejarán de sostener a la Seguridad Social.

La caja de las pensiones entró en déficit el año pasado por primera vez en 13 años, dato que será confirmado en marzo. Frente a la previsión del Ejecutivo anterior de un superávit para 2011 del 0,4% en términos de PIB y de 45.000 puestos de trabajo nuevos, el año cerrará con una o dos décimas en negativo y con ocho veces más de empleo destruido.

A pesar de este escenario, Burgos aseguró que la Seguridad Social dispone de recursos suficientes para afrontar el pago de las pensiones. En este sentido, señaló que sólo se recurrirá al Fondo de Reserva (conocido como «hucha de las pensiones») como última opción, aunque apuntó que tampoco debería verse como algo «dramático» para el sistema. En 2011 este fondo disponía de 66.814 millones de euros, el 6,33% del PIB, una cantidad equivalente al pago diez meses de pensiones.

Burgos explicó que antes de recurrir al Fondo de Reserva hay otras alternativas para fortalecer los ingresos de la Seguridad Social como la separación de fuentes de financiación.

Garante de complementos
Y es que, aunque la propia Ley de la Seguridad Social exige al Estado asumir el total de los complementos a mínimos de las pensiones antes de 2014, hasta el momento sólo ha ido asumiendo año a año 300 millones de euros, por lo que sigue siendo la Seguridad Social la garante de estos complementos aplicables para pensiones inferiores a la mínima.

De hecho la Seguridad Social ha financiado por este concepto 4.200 millones de euros. En opinión del Gobierno, esta separación de fuentes es fundamental para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.

En este sentido, los presupuestos de 2012 que el Gobierno prevé aprobar en marzo podrían ya asumir estos complementos a mínimos.


El fraude sumergido
El Ministerio de Empleo aseguraba hace unos días que no modificará bajo ningún concepto las prestaciones por desempleo. Lo que sí introducirá, avanzó, en la reforma laboral que está preparando y que previsiblemente aprobará este próximo viernes, son medidas para luchar contra el «fraude» en las prestaciones por desempleo que se cobran indebidamente. Para luchar contra este fraude, haría falta aflorar la economía sumergida, que según algunos estudios, representa el 21,5% del PIB.