Banco de España Gobierno y UE se enzarzan por el IVA

La institución que gobierna Miguel Ángel Fernández aceptó ayer, en su informe correspondiente al pasado año, una subida del IVA, toda vez que no pueden descartarse, en su opinión, nuevas modificaciones impositivas que acompañen a las reducciones de gasto, dada la magnitud del ajuste fiscal que es necesario para cumplir con Bruselas. Unas horas antes, la Comisión Europea había retirado su recomendación a España de reducir las cotizaciones sociales y compensar la pérdida de ingresos con una subida del IVA o de los impuestos sobre la energía. Nada más conocerse las intenciones del Banco de España, la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, respondió de forma contundente: «El Gobierno no va a aumentar el IVA». Salgado quiso dejar claro cuáles son las competencias de unos y otros: «la política fiscal es responsabilidad del Gobierno y luego debe ser aprobada por el Parlamento. No es necesario subir el IVA para lograr la consolidación fiscal».

Autonomías y gasto
No fue la única respuesta del Gobierno al informe del Banco de España. Salgado se amparó en la autonomía financiera de las comunidades para descartar la imposición de un techo de gasto en las administraciones regionales, como había sugerido el banco central, que habla en su informe de incorporar mecanismos sancionadores para aquellos territorios que incumplan los objetivos de estabilidad presupuestaria. Lo más curioso del caso es que siendo ministro de Economía Pedro Solbes y Fernández Ordóñez secretario de Estado de Hacienda, el primer Gobierno de Zapatero rechazó una proposición de Ley del PP para reinstaurar el techo de gasto que se había fijado en 2001.

Salarios y PIB
Y es que el Banco de España no ve claro que los objetivos fiscales para 2011 y 2012 –6% de déficit y 4,4%, respectivamente– puedan cumplirse, porque están basados en unas previsiones de crecimiento del PIB que pueden no confirmarse. De hecho, el BE asegura que las perspectivas para este año «dibujan un horizonte de recuperación lenta». El informe dice que «a finales de 2012 todavía no se habrá alcanzado el nivel de producción anterior a la crisis». Para ello, demanda políticas económicas ambiciosas. Para el BE, la evolución de los salarios en los convenios firmados en 2011 pone en riesgo las mejoras de competitividad necesarias para crecer y crear empleo. En su opinión, los trabajadores y las empresas deben aceptar pérdidas transitorias de ingresos reales por la subida del precio de la energía y la mayor imposición indirecta. Para avalar su tesis puso un ejemplo: una hipotética flexibilidad salarial total, que implicaría la desaparición de la vinculación de sueldos al IPC, mantendría 85.000 puestos de trabajo aún en el caso de un aumento del precio del petróleo del 50%. En cuanto a las pensiones, la reforma aprobada reduciría en un 4,7% su montante, aunque incrementará en 1,1 años la edad real de jubilación.

«Que quede claro, no lo subiremos»
«Para que quede más claro, el Gobierno no va a aumentar el IVA». Si quedaban dudas sobre si el Ejecutivo se está planteando una nueva subida del IVA, la ministra de Economía se encargó ayer de despejarlas de un plumazo. «Otra subida del IVA provocaría una caída de la demanda interna, mermando el consumo. No es necesaria una nueva subida para la consolidación fiscal», argumentó Elena Salgado para rebatir la petición del Banco de España. En cuanto al debate sobre la necesidad de un techo de gasto autonómico, la ministra consideró que sería «útil» que cada comunidad lo adoptara de forma voluntaria. No obstante, recordó que el Gobierno no puede obligarlas porque la Constitución concede autonomía fiscal a todas las regiones españolas, informa R. L. V.