Carmen Flores

Médicos en la calle y pacientes en el juzgado

«Cuando los trabajadores hacen huelga, lo hacen contra el propietario de la empresa y, en este caso, el propietario son los ciudadanos». Así valoró ayer el consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz, el paro de dos días protagonizado por los médicos. De hecho, las críticas de pacientes y las denuncias por una mala atención sanitaria han ido en aumento en las últimas semanas, aunque su lectura varía según quién la haga.

«Mi madre murió tras pasar nueve horas en Urgencias del Hospital Sant Pau. No es normal esperar tanto», asegura Consuelo Muñoz. El Hospital asegura que atendió a la paciente «de inmediato».
«Mi madre murió tras pasar nueve horas en Urgencias del Hospital Sant Pau. No es normal esperar tanto», asegura Consuelo Muñoz. El Hospital asegura que atendió a la paciente «de inmediato».larazon

Barcelona / Madrid- Una ambulancia que no llega, una prueba diagnóstica que se retrasa o una larga espera en Urgencias, cuando el paciente ha fallecido, han sido consideradas consecuencias de los ajustes que está llevando a cabo la Generalitat, o bien de la huelga que han mantenido los facultativos catalanes durante dos días. Algunas de estas «víctimas de recortes» ya han comenzado a movilizarse. La asociación El Defensor del Paciente asegura que al menos dos familiares de pacientes fallecidos en las últimas semanas en Cataluña se van a unir para presentar una demanda colectiva contra el consejero de salud, y no se descartan nuevas adhesiones. Se trata de una mujer cuya madre falleció esperando ser trasladada a otro hospital y de la esposa de un hombre que murió tras cuatro días aguardando una resonancia magnética. Además, otra usuaria ya ha demandado al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona por retrasar una operación a su madre, que falleció por un aneurisma.

«Realidades virtuales»
«Me paso todo el día llorando, no sé si podré superar esto. Por más que lloro no me siento aliviada. Ayer fui al médico a ver si se podía hacer algo y están de huelga. Tengo cita pero no se han molestado en llamarme». Así comenta una de las denunciantes la situación vivida en los últimos días. Para la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, lo que ocurre es que «además de sufrir los recortes, algunos médicos prefieren que la gente esté enfadada, que se queje, porque eso beneficia a sus intereses», y por eso hay enfermos a los que no se avisó de las cancelaciones por los paros de ayer y el martes.

Para el consejero de Salud catalán, todos los casos que han ido aflorando son «disfunciones del propio sistema sanitario» existían antes y después de los recortes. «Es comprensible que las diferentes situaciones de tensión laboral den pie a una cierta incertidumbre pero por encima de las realidades virtuales, la realidad es que los profesionales serán siempre profesionales, con más o menos satisfacción, pero serán siempre profesionales», declaró Ruiz.

La defensa del personal sanitario por parte del máximo responsable del sistema de salud catalán llegó minutos después de que él mismo dejara la puerta abierta a nuevos recortes en 2012. Ruiz no quiso confirmar que los presupuestos sufrirán en 2012 un nuevo tijeretazo y aseguró que «Salud contratará la misma actividad y al mismo precio que este año». La atención sanitaria «va a estar protegida en el presupuesto», señaló, y sentenció que por ahora «nadie ha perdido ninguna prestación ni ningún derecho». Pero, los ajustes sí pueden afectar a inversiones o sueldos de directivos, según Ruiz.

«Continuaremos haciendo todo lo que estábamos haciendo hasta ahora», aseguró Ruiz en el segundo día de huelga de médicos. Para el presidente del sindicato de Metges de Catalunya (MC), Albert Tomàs, en cambio, «lo que se está haciendo –los recortes– acabará con el sistema sanitario y condicionará el futuro de la salud». La segunda jornada de paro transcurrió prácticamente del mismo modo que la primera, aunque los ánimos entre el personal médico estuvieron más caldeados después de que el Gobierno catalán cargara contra ellos tildándolos de «irresponsables».

Un millar de facultativos hizo sentir su indignación frente a la Consejería de Salud con pitos, cánticos y petardos. De acuerdo con MC, el malestar también pudo palparse en los centros sanitarios con un seguimiento de la huelga del 73 por ciento. Una cifra que «debería constituir una verdadera jornada de reflexión para el Ejecutivo catalán para que modifique su política errática, que está dañando la calidad asistencial» y que no dejó indiferente a los pacientes.
Según los datos de Salud, en dos días de huelga se han tenido que aplazar 40.000 visitas que en un plazo de 30 días se reprogramarán. Aunque, a tenor de la cifra oficial, sólo secundó el paro el 20 por ciento de los 16.500 médicos convocados.
 

La Sanidad, un «campo de minas»
En cada uno de los hospitales públicos y concertados catalanes penden pancartas que alertan de los recortes sanitarios y de los perniciosos efectos que pueden tener en la atención al paciente. Cualquier idea es válida para que el usuario conozca la situación actual según los trabajadores. La última idea llevada a cabo por los médicos fue recrear un campo de minas frente a la sede de la Consejería de Salud. Con la ayuda de petardos, un millar de médicos escenificaron lo que ellos consideran que es ahora la sanidad: «Las bombas pueden explotar en cualquier momento y sin protección».
 

 

Una deuda de 10.500 millones
Los hospitales del Sistema Nacional de Salud deben 5.826 millones de euros por el suministro de medicamentos a los laboratorios. Así lo confirmó ayer la patronal Farmaindustria. Además, adeudan otros 4.740 millones a los proveedores de otros productos sanitarios, según la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). En total, una deuda de 10.566 millones de euros a la que tienen que hacer frente las autonomías. En el caso de los medicamentos, el periodo medio de pago es de 468 días, 36 más que en junio de este año. Esto supone que las medicinas se pagan casi un año y medio después de ser suministradas. En cuanto a los productos sanitarios, el plazo medio es de 431 días. La deuda con los medicamentos ha crecido un 24,4 por ciento en relación a la deuda con la que se cerró el año pasado y, en los últimos cuatro años, la deuda se ha duplicado.