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Un superhéroe en busca de justicia

Un superhéroe en busca de justicia
Un superhéroe en busca de justicialarazon

MADRID- Cuando dos adolescentes acribillaron en un instituto de Columbine a trece personas, las carambolas llevaron a las letras oscuras de Marilyn Manson; cuando un desequilibrado acabó con John Lennon, hubo quien apuntó a la misantropía de J. D. Salinger. El hombre necesita cabezas de turco y un cómic (relativamente) violento es un blanco ideal. Ayer, doce personas murieron en Denver porque alguien decidió emular al villano Bane del último filme de Batman. ¿La culpa es del Caballero Oscuro? El justiciero de Gotham City nació de la pluma de Bob Kane y Bill Finger hace 73 años para hacer el bien. Con métodos algo heterodoxos, pero siempre con la justicia en mente. Es cierto que con el historial de Bruce Wayne un buen psiquiatra lo pasaría mejor que con el de Tony Soprano: padres asesinados, ansias patológicas de venganza, tendencia a la brutalidad, obsesión por la noche… Y sin duda en su legión de enemigos, retratada en joyas como «Arkham Asylum», un psicópata «real» podría parecer una hermanita de la caridad. Batman camina por el filo de la navaja y siempre su mayor enemigo es, con permiso del Joker, su tendencia a rebasar el límite y convertirse en lo que más odia. «The Cult», la ucrónica «The Dark Knight», «La broma asesina»… En todas, el millonario excéntrico ocultaba a un héroe marginal, que no camina por la luz, sino por ese resquicio entre el blanco y el negro que suele ser la vida real. Pero nunca, ni siquiera en la brillante saga cinematográfica de Christopher Nolan, el héroe –siempre fue caballero antes que oscuro- incitó a la violencia contra inocentes. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza, pero el encanto de Harry el Sucio y James Bond reside en que no son estampas beatíficas. Además, ¿estaríamos cuestionando a Michael Bay si esto hubiera ocurrido en la última de «Transformers»?