El Villarreal contra el imperio bicéfalo

Por lo que han mostrado los dos «grandes» hasta ahora, el de Santpedor podría estar equivocado. Porque Madrid y Barça parecen dispuestos a repetir un duelo para la historia, con los dos clásicos como batallas vitales para lograr la victoria final.

La superioridad de los dos clubes más laureados del fútbol español va en aumento. Y los rivales parecen aceptarlo con resignación. «Será atractivo para los seguidores de los dos equipos, pero con tan sólo dos aspirantes, están condenados a una Liga muy descafeinada», admitía Gregorio Manzano después de ver cómo su equipo salía escaldado del Camp Nou (5-0).

Ganar a Real Madrid o Barcelona forma parte cada vez más del terreno de los sueños. Queda lejos de la realidad. Sus rivales lo asumen como algo normal. «Ante el Madrid, las posibilidades de ganar son mínimas», señalaba Miguel Ángel Portugal después de que los de Mourinho endosaran seis goles al Racing. «Estoy harto de llegar aquí e irme con tres o cuatro goles en contra al descanso», lamentaba Manolo Preciado después de jugar en el Camp Nou y perder «sólo» por 1-0.

Lo sucedido este fin de semana es un buen ejemplo de la autoridad con la que Madrid y Barça campean por España. Toda la emoción del derbi madrileño se acabó en 20 minutos, más tiempo del que el Getafe soñó con puntuar ante el equipo de Guardiola. El propio Míchel, técnico getafense, hizo algo de autocrítica sobre la actitud de los rivales de los «grandes» en Radio Marca. «A Madrid y Barcelona les miramos con tanta admiración que nos da miedo hasta pisarles. Jugadores y entrenadores dan por hecho que no se les puede ganar», sentenció.

Después de diez jornadas de Liga, el único que parece en disposición de asaltar este imperio bicéfalo es el Villarreal. Sin hacer mucho ruido, el conjunto de Juan Carlos Garrido ha hecho de El Madrigal todo un fortín y con un fútbol atractivo está sacando buenos resultados fuera de casa. Se ha situado como tercera fuerza. Pero a los de La Plana no se les podrá calificar de candidatos hasta la medianoche del próximo sábado. Será después de rendir visita al Camp Nou, un estadio que, por cierto, se les da bastante bien, en un partido que puede acabar de romper la Liga o puede hacerla mucho más interesante.