Barcelona

La afición clama por la libertad y corta el tráfico

Todo ha cambiado desde la prohibición de los toros en Cataluña hace dos meses. Se nota en el ambiente, en los ánimos y en el carácter de los aficionados catalanes. Están heridos en la raíz de las libertades. La resignación que ha caracterizado a los aficionados al mundo del toro se ha tornado en rabia e impotencia, en gritos que claman por la libertad.

La afición clama por la libertad y corta el tráfico
La afición clama por la libertad y corta el tráficolarazon

Ayer, una hora antes de que se celebrara el segundo festejo de la Feria de la Merced, rebautizada como feria de la libertad, se convocó una manifestación protaurina. A las puertas de la plaza, centenares de aficionados mostraron sus pancartas, pocos logos taurinos, muchas senyeras y un mensaje común: «somos libres». «cataluña taurina» y «libertad» eran los cánticos que repetían una y otra vez. Quince antitaurinos permanecían en la acera contraria y los mossos d' esquadra entre unos y otros. Los taurinos que durante años han aguantado insultos con civismo, se calentaron, unieron fuerzas y tiraron para adelante hasta conseguir ocupar la calle de la Marina, que de siempre separó a los taurinos de los antis, y cortarla. No había paso para los coches, sólo para reivindicar el toreo, la cultura, las raíces y la libertad como pilar también de la sociedad catalana. Y no se cansaron de gritarlo durante casi una hora. Había indignación. En el momento de romper la barrera y asaltar el centro de la calle se tensó el ambiente, mas enseguida se encauzó la situación. Dentro de la plaza, la Federación de Entidades Taurinas había repartido unas senyeras que clamaban por la libertad y todos los asistentes las levantaron mientras se abría el paseíllo y la banda interpretaba «La Santa Espina». La locura vino después, con Morante a hombros, y la afición llevándole por las calles.