Los jueces de Barcelona rechazan hacer huelga pero protestarán por los recortes

BARCELONA- «El descontento de los jueces por cuestiones endémicas» es general y, por ello, no descartan movilizaciones e, incluso, ir a la huelga en los próximos meses. Así lo expresó la junta de general de jueces de Barcelona, a la que asistieron, de forma presencial o delegada, 153 profesionales de los 200 convocados. Tras la reunión, la juez decana, Maria Josep Feliu, trasladó el malestar de sus compañeros e instó a la Generalitat y al Gobierno a acabar con lo que creen una clara «ausencia de voluntad política para modernizar la Justicia».

La congelación de plazas judiciales, la lentitud e ineficacia del sistema judicial, la falta de concreción en la carga de trabajo de cada juzgado o el retraso en la modernización e implantación de las nuevas tecnologías en los juzgados son algunos de los motivos que han llevado a los magistrados a decir basta. Y más, teniendo en cuenta que «en la Administración de Justicia, en tiempos de crisis aumenta el trabajo y podemos llegar a una situación de colapso», señaló Feliu.

Los jueces lamentan que ni siquiera en época de bonanza se haya invertido en mejorar la Justicia, mientras, por ejemplo, «incluso Sanidad ha tenido muchas inversiones como el expediente digital». «Nosotros aún funcionamos con papel y fotocopias de fax», criticó la juez decana.

Una de las decisiones tomadas ayer por la junta fue la de adherirse al documento de las asociaciones de jueces en que se lamenta la falta de inversión, la descoordinación en la gestión, los recortes salariales y estatutarios y la existencia de control político sobre los órganos de gobierno del Poder Judicial.

Medidas de presión
Los jueces barceloneses descartaron, de momento, convocar una huelga aunque señalaron que la iniciativa será abordada en la próxima reunión de la junta del mes de octubre. No obstante, sí llevarán a cabo medidas de presión para que las administraciones atiendan a sus peticiones. Así, por ejemplo, los magistrados de la Audiencia de Barcelona decidieron ceñirse al horario de la audiencia pública y no continuar los juicios que hubiesen empezado por la mañana para ganar tiempo y agilizar el trabajo acumulado siempre que no se den casos excepcionales.
Por otro lado, los fiscales de Barcelona también se reunieron ayer, aunque a la cita sólo asistieron 70 de los 240 convocados. Los presentes suscribieron el manifiesto que señala la falta de inversión y el desinterés político en materia judicial.