Los pajareros plantan cara con 60000 firmas contra el cierre de sus negocios

Barcelona- «¿Alguien ha encontrado una cámara de fotos en el suelo?». La pregunta la hizo ayer la presidenta del colectivo de antiguos pajareros de la Rambla, Mónica Trias, antes de iniciar la marcha hacia el Ayuntamiento de Barcelona para registrar las 60.000 firmas que han recogido contra el cierre de sus negocios. «Parece mentira que no sepas donde trabajas», le respondió un compañero, en un intento de hacerle ver que le habían birlado la cámara.
La marcha de los pajareros, de La Rambla hasta plaza Sant Jaume, cargando 60.000 firmas –incluida la de Pasqual Maragall–, contra la desaparición de sus puestos, empezó con un presunto robo. Y continuó esquivando trileros. Hasta cinco puntos de «chantajistas» enredando a turistas, podía uno contar en La Rambla dels Ocells, ayer a mediodía.

En los tribunales
Durante la simbólica marcha de los pajareros, el portavoz del colectivo amenazado, Xavier Cuenca, lamentó que «acabaremos fuera de La Rambla antes que la gente que delinque».
Con el pretexto de «esponjar» el célebre paseo, el Ayuntamiento quiere prescindir de los centenarios puestos. Pero los pajareros defienden que tienen un contrato y no se les puede echar. Sin embargo, el gobierno municipal alega que el contrato que firmó con los paradistas en noviembre de 2009 no sólo va en contra de los intereses de la ciudad, sino que tiene incumplimientos –no se aprobó en el pleno y se omitieron otros trámites–. Según los pajareros, los incumplimientos cuestionados son del Ayuntamiento. A un mes y medio de las elecciones, los paradistas creen que Hereu no se apresurará a resolver el conflicto, aunque temen que será un juez quien acabe dictando sentencia.