Bruselas

El tamaño importa

La Razón
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Llega un momento en el que es mejor pensar que estamos en una película de dibujos animados y que hay un superhéroe salvador en la última secuencia. Pero va a ser que no. La UE y sobre todo los mercados financieros que cada martes y jueves acuden a las subastas de deuda española se saben de memoria nuestra película. Amagamos pero no damos. Los ajustes del mes de mayo no han servido más que para fastidiar sobre todo a los pensionistas. Los recortes del presupuesto no han servido para nada. Tan sólo para ganar tiempo y pasar el verano mirando al mar de la complacencia.

Los agoreros analistas lo tenían claro desde el primer instante. Tocaba otra oleada de presión en otoño. Ni Irlanda ni Portugal son países de riesgo para el sistema del euro. Permanecen en la categoría de problema. Otra cosa es España. El tamaño español importa, y mucho, a nuestros socios del euro. Nos observan con temor. La deuda española va camino de duplicarse en cuatro años. Aznar la dejó por debajo del cuarenta por ciento y Zapatero la va a colocar camino del ochenta a final de su mandato. Nos prestan cien mil millones de euros cada año desde hace dos ejercicios presupuestarios. Gastamos una media del diez por ciento más de lo que ingresamos con los impuestos. Y encima nos ponemos a torear desnudos a la luz de la luna.

Nos acabarán mandando un correo electrónico desde Bruselas con la reforma de las pensiones. Mientras tanto los políticos de todos los partidos nos seguirán tomando el pelo encerrado en el llamado Pacto de Toledo.