Eurocopa

Estados Unidos

La consigna humildad

La selección, al margen de los halagos. Cesc, paradigma de la sencillez

La Razón
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POTCHEFSTROOM- Hemingway, además de ir a los sanfermines, dejó escritas frases como ésta: «El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad». «La Roja» ha tomado la cita al pie de la letra y la sigue como un precepto. Cada jugador, cada técnico, cada directivo, todos, predican humildad. Nadie saca los pies del tiesto. Los más listos no se lo creen y los más apocados no dan un paso al frente. El objetivo es el triunfo final. Todos sienten que tienen la Jules Rimet en sus botas. Pero no lo dicen. Cesc podría pasar por el paradigma de la prudencia, de la discreción, a imagen y semejanza de Del Bosque, y convence cuando habla. Naturalmente, se le pregunta sobre el peso de la púrpura, si la carga de sentirse favoritos les encoge. La respuesta es de sobresaliente. Tiene la lección aprendida, como los demás: «¿Favoritos?, no. Poco a poco, partido a partido. El equipo está mentalizado y somos humildes, como en la Eurocopa. Ahora, lo primero es Suiza». Tenía Cesc 19 años cuando jugó el Mundial de Alemania. La selección ha cambiado, ¿mucho? «Esta selección es más joven y al tiempo, más experta. Estamos muy concentrados. En Alemania íbamos bien, jugábamos bien y, siendo superiores, nos echaron. Tenemos que aprender de los errores, porque de un Mundial te puede echar cualquiera. Ahora sólo necesitamos un puntito de suerte, como en la Eurocopa». El sábado hubo sesión de vídeo y Suiza fue la «espiada». «Ya la conocíamos –dice Cesc–. Llevamos tiempo viendo a esta selección. No hacía falta un vídeo para saber lo bien que juega». Fernando Llorente concreta: «Va a ser un rival muy complicado, porque tiene jugadores de mucha calidad. Hay que salir al ciento por ciento». Se aprecia en la mayoría de los encuentros disputados cierta reserva; por la toma de contacto o porque el campeonato podría ser largo... Y además, errores monumentales de los guardametas, como el de Argelia y, sobre todo, el de Green, portero de Inglaterra. Cesc prefiere pasar de puntillas sobre este asunto: «Son compañeros. Inglaterra ha tenido mala suerte». Ya, pero sucede que Almunia hubiese aceptado la nacionalización para jugar con la Pérfida Albión, pero Capello no quiso... «No sé cómo iba ese asunto. A Manu le hacía ilusión. No sé que pasó». Lo que ha ocurrido es que Estados Unidos empató. «Es que Estados Unidos –añade Llorente– tiene gente potente y rápida que además defiende bien». Lo cual no quita para considerar una decepción lo que ocurrió en Suráfrica hace un año. Cesc: «Tiramos no menos de diez veces a portería y las paraban con el culo, con la espalda... La lección que sacamos es que el rival mas pequeño te puede ganar. Por eso digo que el factor suerte influye, y que no hay que descuidarse e ir a cada partido con humildad». Humildad, humildad y humildad. Es la palabra; pero también lo es «favorito», y esto Cesc lo entiende: «Porque somos un equipo humano muy bueno, con calidad y porque tenemos hambre de ganar, hambre de títulos. Ahora lo que tiene que hacer España es demostrar que es la mejor». Si se consigue el objetivo, Fábregas añadirá otro buen recuerdo al que ya tiene de la Eurocopa: «¡Qué día más feliz! Pero también tengo recuerdos malos, como cuando nos eliminó Francia en Alemania. Es el peor. No es normal, ¡con el equipo que teníamos!» Otro suceso curioso en la vida de Cesc es que es una estrella en la «Premier» y suplente en «La Roja»... «Es que en este equipo hay mucha calidad. De estos compañeros sólo puedo aprender y dar las gracias por estar aquí. Respetaré cualquier decisión del entrenador, seré humilde y esperaré mi oportunidad. Tengo hambre de triunfos, de conseguir algo importante. Juegue o no juegue, no me van a faltar ganas. Ignoro cuál será mi rol; sólo puedo competir». No podía faltar una alusión a su presente y a su futuro: «Estoy muy bien, al ciento por ciento. Lo bueno es que desde el primer día estuve con el equipo, no me he perdido nada y la lesión está olvidada. Estoy aislado y sólo pienso en el Mundial». Los jugadores de la selección, los últimos en debutar, controlan la ansiedad, sin esconder sus ansias por empezar. Concluye Llorente: «Sólo tenemos ganas de empezar. Estamos tranquilos y preparados». Y todo, con una carga importante de humildad. ¿Verdad que parece que llegarán lejos?