OPINIÓN: Balón de Oro pinchado o hinchado

Del tebeo
Pues claro que Leo Messi es el mejor jugador del mundo. En 2009, en 2010 y así sucesivamente hasta 2020, porque lo de este muchacho es una barbaridad. Pero para proclamarlo, no hay más que repasar un par de vídeos. No hacen falta para este viaje las risibles alforjas de un voto de parte del seleccionador del archipiélago de las Cook ni conocer la opinión de un señor de Albania, que es corresponsal de L'Équipe simplemente por ser el único ciudadano que chapurrea francés en trescientos kilómetros a la redonda. Dentro de la ridiculez que supone entregar galardones individuales en una actividad colectiva, lo suyo sería que se reuniesen Joseph Blatter y el director de «France Football» para decidir a quién darle cada premio. La democracia es una cosa demasiado seria y delicada como para someterla a estos remedos de chirigota.
Luego está el asunto del criterio. Sólo una vez, en 1974, no se entregó el Balón de Oro a un miembro elegible de la selección campeona del mundo, aunque entonces pesó la excepcional actuación de Johan Cruyff con la Holanda subcampeona (hasta 1995, era un certamen exclusivamente europeo, por tanto ni Pelé, ni Kempes, ni Maradona, ni Romario optaron al premio). En la última edición, se ignoró la deficiente actuación de Me-ssi en Suráfrica como se olvidó en la lista de nominados al mejor jugador de la Selección en el Mundial: Iker Casillas. Es como si una mañana se levantan raritos los de Miss Universo y le plantan la banda de guapa oficial del planeta a una señora de dos toneladas. He ahí un bandazo en el criterio como el que este año nos ha dispensado FIFA. ¿Mis tres nominados? Kanouté, Navas y Emaná.

Lucas Haurie



Una frustración exagerada
A las pocas horas de agradecer el Balón de Oro, Messi marcó tres goles en el partido de Copa frente al Betis y el souflé de las quejas se vino abajo. Se vino abajo esa cosa tan nuestra y tan española de ver fantasmas por todas partes y creernos víctimas de una conspiración mundial para acabar con nuestro poderío. Que conste que a servidora le hubiera hecho muchísima ilusión que el premio le hubiera caído a Andrés Iniesta (paisano, además) por tanto talento callado, o a Xavi, ese jugador ante el que los estadios deberían ponerse en pie para agradecerle lo bien que nos lo hace pasar con esa calidad tan arrolladora, pero le correspondió a Messi porque así lo votaron los que tenían potestad para hacerlo.
Así que cuando Guardiola abrió el sobre y dijo el nombre del argentino yo también torcí un poco el morro, aunque enseguida recordé que lo que tienen las votaciones es eso, que ganan las mayorías. Y la mayoría, nos guste o no, votó a Messi. ¿Puede ser una votación injusta? No, es más: es el menos injusto de los métodos de elección. ¿Puede afirmarse que por ello Blatter es anti-españolista? Parece una conclusión algo precipitada, la verdad. Más preguntas. ¿Pesan más siete partidos durante el mes de julio que toda una temporada? ¿Tener a seis españoles en el once ideal de 2010 es un fracaso? ¿No se merece el Balón de Oro un jugador que ha marcado el último año 60 goles en 62 partidos? Y una más. ¿Por qué no hubo esta polémica cuando en 2008 lo ganó CR7 si «La Roja» también ganó un título y deslumbró en Europa? Se nos ha ido la mano con la manía persecutoria, me temo. Leo Messi es el mejor del mundo. También el año pasado.

María José Navarro