Castilla y León

OPINIÓN: El milagro de Lerma

La Razón
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Como es sabido, en la villa conventual de Lerma perviven tres monasterios quecomparten la historia y la gloria de esta villa burgalesa. Los tres veían transcurrir sus díasentre la memoria del pasado y la incertidumbre del porvenir. Hasta que uno de ellos,hace algunos años, empezó a ver con mayor claridad su porvenir y a despuntar sobre lamemoria colectiva.
Empezaron a llamar a sus puertas vocaciones en número y edad quele han vuelto justamente célebre. Ya todo el mundo habla del ?milagro de las monjas deLerma? que, mientras tantos monasterios decaen de su primitivo vigor, florecen sin cesarhasta desbordarse en la nueva dependencia recientemente inaugurada para ellas en elantiguo cenobio franciscano de La Aguilera. Son noticia, pero ellas no quieren serlo. Sonmuchas, pero sólo sabemos algo de una de ellas, Sor Verónica, alma del milagrolermeño. Y, lo más sorprendente acaso: eran, hasta esta semana, monjas clarisas pero, apartir de ahora, ya no lo van a ser. Acaba de hacerse público su nuevo título.
Todomilagro es un signo y todo signo interroga. Pide razones. Jesús se las dio a quienes, sinmala fe, se las pidieron. Yo pienso que las monjas de Lerma deben darlas también. ¿Serán siempre malévolas las críticas que reciben? Además, la fama es implacable, comobien saben los medios de comunicación: al que persigue la fama le acosa si trata deocultarse. Yo veo muy problemática hoy una evangelización expresada exclusivamenteen el testimonio, en el estilo de vida.
Creo indispensable el ejercicio del diálogo conquienes puedan pedirnos razón de nuestra fe, de nuestros ?milagros?, de nuestra manera de actuar. Saber dialogar es también saber vivir.