
Estados Unidos
Futbolista actor y mesías irresponsable
Dos minutos y diez segundos dura la nueva provocación de Eric Cantona. Es el tiempo en que el ex futbolista francés, de 44 años, tarda en desgranar su peregrina receta contra la crisis: nada menos que tumbar la banca mundial. La fecha, pasado mañana, 7 de diciembre.

«Si hay veinte millones de personas que retiran su dinero, el sistema se desploma», explica con aire desenfadado en una entrevista grabada el pasado mes de octubre y cuyo vídeo, de momento, suscita más curiosidad en la Red que aceptación su estrambótico llamamiento. En la grabación, «King» Cantona se erige en cabecilla de revuelta. Una revolución «a la Spaggiari», señala. «Sin armas ni sangre, sin nada de eso». Y sin olvidar, claro, que tomando como paradigma a Alberto Spaggiari, la ex estrella del balón alaba al delincuente francés más perseguido de la década de los ochenta. Al cerebro del que fuera calificado como «robo del siglo», que culminó con el desvalijamiento de la Société Générale de Niza en 1976 y cuya espectacular evasión de la cárcel condujo a una fuga que se prolongó hasta su muerte en 1989.
Un exabrupto más
Poco le importa también que rescatar la finanza internacional de una grave y profunda crisis haya costado varias reuniones del G20, rencillas entre países y meses de negociaciones. Para el deportista, «la cosa es muy sencilla: el sistema se ha edificado sobre el poder de los bancos y son los bancos los que pueden destruirlo». «En lugar de salir a las calles y recorrer kilómetros manifestándose, basta con ir al banco de tu ciudad y sacar tu dinero» afirma.
Un ex abrupto más, de los tantos a los que el mediático Eric Cantona tiene habituada a la opinión pública francesa y mundial, de no ser por el clima de crispación reinante, y que ya le ha valido una llamada al orden en forma de popular adagio: «Zapatero a tus zapatos», que es lo que le ha venido a decir esta semana la ministra gala de Economía, Christine Lagarde, algo ofuscada por las declaraciones del futbolista reconvertido desde hace años a las artes de la escena y protagonista de una película de Ken Loach. «Que cada uno se dedique a lo suyo.
Los hay que juegan magníficamente al fútbol como para que a mí se me ocurra dedicarme a ello». Conclusión: que Cantona deje la Economía para los economistas. Precisamente, en ese sector, la bravata cotiza a la baja. «Es totalmente, un ‘‘no acontecimiento"», asevera rotundo a LA RAZON Bruno Beauvois, secretario general de la Sociedad Francesa de Analistas Financieros (Sfaf) para el que «hay cosas más importantes que hablar de Monsieur Cantona».
Esta postura es, de hecho, la tónica dominante. Muchos deploran el carácter «contaminante» de este tipo de mensajes respecto a los verdaderos problemas y la repercusión que pueden tener estos personajes mediáticos, que devienen así en líderes populares, si no populistas, con todas sus peligrosas implicaciones. De momento lo que ha conseguido es que la Red se inflame, le dediquen una página en Facebook y hasta una web que destila sus consignas revolucionarias. Unos 30.000 internautas apoyan la iniciativa de Eric Cantona, pero aún son más, casi 86.000 los que dicen que no secundarán semejante empresa.
Pero aun si los usuarios decidieran acudir a sus bancos, de manera masiva, el próximo 7 de diciembre con la intención de vaciar sus cuentas, probablemente no ocurrirá nada. Materialmente se antoja difícil, aseguran los expertos consultados por LA RAZON. Haría falta que hubiese dinero en las cuentas y que quien disponga de ahorros esté dispuesto, en su caso, a las consiguientes penalizaciones por retirada o cancelación intempestiva.
Así, previsiblemente, el montante retirado será limitado y espaciado en el tiempo y el exceso de la demanda, fácilmente reabsorbido por el sistema financiero, según estos especialistas. Y el hecho de que los reintegros se repartan entre varios bancos evitará el efecto de concentración en una sola entidad. Por lo que son muchos los que descartan, a priori, una situación de pánico bancario o «bankrun», como sucediera durante la Gran Depresión. «No creo en un fenómeno de pánico, ya que no hay un elemento subyacente para que la gente tema por su dinero», explica a este periódico Bertrand Maillet, maestro de conferencias en la Universidad de la Sorbona de París, director de investigación y especialista en administración financiera.
«Irresponsable»
Ése es sin duda el más negro de los escenarios y de producirse podría generar una crisis de liquidez de gran envergadura. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió a finales de los años 20, actualmente, no estaría fundado en un hecho económico. De ahí que el órdago de Cantona no se quede, quizá, más que en un esfuerzo inútil. «Muy probablemente un golpe al aire», según Maillet que considera «completamente irresponsable» el comentario del ex futbolista. «Incluso si la probabilidad de arruinar el sistema financiero es infinitesimal, e hipotética a mi juicio, sería algo catastrófico para todos. No hay que olvidar que la moneda es un bien público», afirma.
Sobre todo, por lo que en estos momentos está en juego en el convulso universo de las finanzas y después de que las principales potencias mundiales se hayan endeudado para salvar el sistema bancario de la reciente crisis de las «subprimes», importada de Estados Unidos. Por tanto la idea de ponerlo nuevamente a prueba resulta descabellada. Las consecuencias y el impacto que podría tener una operación de esas características, y que no parece haber cuantificado el que fuera delantero del United, podrían ser enormes. Tanto en términos de empleo, de crecimiento de PIB, de reducción de crédito, de impuestos no percibidos…
¿Recetas de un iluminado? Soluciones «prefabricadas», según Bertrand Maillet, que lamenta, como en el caso del ex futbolista Eric Cantona, el constante entrometimiento de ciertos «aprendices de brujo», prestos a hacer propuestas sin mucha reflexión previa ni sobre los efectos de sus iniciativas, ni sobre el objetivo inicial de las mismas. Experimentos que sólo le inspiran recelos: «¿Es indispensable querer jugar con lo que no se conoce para querer cambiar el sistema monetario?», se pregunta.
Devolución con intereses
«Hicimos préstamos al sector bancario y, a cambio, el Estado francés, es decir, los ciudadanos, recibieron 2.400 millones de euros de intereses», se apresura en recordar en una entrevista al diario «Libération» Christine Lagarde. La ministra de Economía añade: «Esa imagen según la cual el banquero es ‘‘un aspirador de las finanzas públicas'' es falsa».
En dos meses, la «Revolución'', versión Cantona, se ha abierto un camino más virtual que real, vendiendo la utopía de que un debacle del sistema puede ser saludable. Y ante tal repercusión, Cantona retirará sus fondos. Será el primero en dar ejemplo. Suponiendo que todos sus caudales se hallen en cuentas francesas.
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