La sombra de los especuladores acecha la bolsa

Madrid- Agosto es terreno abonado para la especulación. El limitado volumen de negociación propicia movimientos bursátiles de vértigo que no reflejan necesariamente la situación de una compañía. Otro tanto de lo mismo sucede con el mercado de deuda y en una coyuntura como la actual, con la crisis de deuda de la eurozona abierta en canal, todavía más. Así, sin solución, parece que se quedará hasta el próximo mes de septiembre. El Eurogrupo no se reunirá hasta entonces y no parece que antes se vayan a tomar decisiones que puedan librar a España de una vez por todas del ataque de los mercados.
En una semana que se presenta, a priori, sin demasiadas referencias importantes, los mercados es probable que sigan analizando no sólo el discurso de Mario Draghi del pasado jueves, sino también el plan de ajuste de más de 102.000 millones de euros que planteó el viernes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No obstante, el precedente más inmediato no invita al optimismo. El mes de agosto del pasado año fue especialmente duro para España, que sufrió un castigo muy duro en los mercados a manos, en gran medida, de los especuladores. Sólo la intervención del BCE, que puso en marcha el programa de compra de bonos soberanos en el mercado soberano, frenó el castigo a España e Italia. La CNMV, en coordinación con sus homólogos de otros países europeos, prohibió las posiciones cortas para los valores financieros en un intento de atajar la especulación derivada de estas operaciones. Este año la comisión ha anticipado tal medida y la puso en marcha el pasado 23 de julio, ampliándola a todos los valores. Sin embargo, como han demostrado los vaivenes vividos en el parqué en las últimas semanas, con cuestionable efectividad.