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Jorge Fernández: «Me partí la rodilla y caí en una depresión»

PERFIll Es licenciado en Educación Física.l A los 26 años decidió trabajar en una Agencia de Modelos en San Sebastián.l En 1999 obtuvo el título de Mister España.l Ha presentado numerosos programas de TV, y ha intervenido en diversas series.l En la actualidad presenta el concurso «La ruleta de la suerte» en Antena 3 y el «reality show» «Esta casa era una ruina». Por ambos trabajos recibió el Premio Ondas en 2008. 

Jorge Fernández: «Me partí la rodilla y caí en una depresión»
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Qué lleva a uno a dedicarse al deporte?
-La verdad es que desde que tengo uso de razón he practicado deporte. Y como todos de niños, empiezas por afición. En mi caso fue el fútbol, y como no era muy bueno, con ocho años me decanté por el baloncesto.
-Una afición que se transformó en profesión y le llevó a debutar en el TAU de Vitoria.
-Sí. He vivido hasta los 26 años por el baloncesto. Te engancha y lo llegas a amar. El deporte era mi vida. Por ello me licencié en Educación Física.
-Hay quienes lo reducen a un simple pasatiempo. Pero para usted va mucho más allá...
-A mi hijo de seis años también le inculco el amor al deporte, porque es muy importante para el desarrollo de los más pequeños. Además, te enseña valores que no se consiguen con otras cosas. Implica sacrificio, saber compartir, enseña a ganar y a perder.
-Y también a hacer frente a lesiones. La ACB le dejó la huella más profunda.
-Ha sido la lección más importante de mi vida. Me partí la rodilla a los seis meses de entrar en el TAU Vitoria. Era mi vida y tuve que dejar de jugar. Caí en una depresión terrible. Me preguntaba «¿qué voy a hacer ahora?»
-Pero finalmente se recuperó. ¿Le queda alguna secuela?
-Gracias a la operación del doctor Mikel Sánchez y tras un año de recuperación, la rodilla quedó perfecta. De hecho sigo haciendo mucho deporte, como esquí o skysurf.
-Eso dio un giro de 180 grados a su carrera, ya que comenzó en el mundo de la moda y la televisión.
-Así es. Jamás pensé en la televisión... ¡Y mira!
-Nuevo trabajo, y nuevo sacrificio. En este caso, ¿se centra más en la alimentación?
-En porcentaje, es más importante que el ejercicio. Cuando uno se cuida y tiene buen cuerpo la alimentación es un 60 por ciento y ejercicio un 40. Es muy importante alimentarse bien. Puedes hacer 1.000 abdominales al día, pero si comes mal, te los tapa la grasa. Los abdominales sólo lucen si acompaña una buena alimentación.
-¿Sigue cuidándose tanto?
-Cuando fui Mister España la alimentación era especial y muy sacrificada. Conllevaba una rutina de cinco comidas, etc. Ahora no necesito tener 90 kilos de puro músculo. Es un ritmo que no puedo llevar. Lo que hago es comer bien e intento compensar. Si tomo un sandwich en el aeropuerto, por ejemplo, ceno una ensalada y pescado. Una de cal y otra de arena.
-Entonces se puede permitir algún que otro capricho...
-Con los amigos solemos hacer comidas en casa y nos gusta acompañarlas con un buen vino. También me gusta mucho el marisco.
-En «Esta casa era una ruina» ha trabajado mano a mano con diversas enfermedades de aquellos a los que ayudaban en el programa. ¿Hay algún caso que le haya impactado más?
-Tengo uno a uno en la cabeza. Del primero al último. Sobre todo trabajamos con niños con diversas dolencias: síndrome de Down, esclerosis múltiple, asma... Cada niño lo tengo en un rinconcito del corazón. Todos fueron especiales. No sólo cambiaban de casa, sino también de vida.
-¿Cuesta encajar la frívola imagen de la moda con la seriedad de los temas sociales en los que está involucrado?
-Debemos cambiar ese concepto de superficialidad de la televisión y de la moda. Es cierto que existe, pero la gente debe entender que es una forma de vivir. Te puede gustar más o menos, pero es así, una forma de ganarse la vida.
-Y para ganársela, usted viaja a diario de Madrid a su lugar de residencia. Debe resultar agotador...
-Sí, aunque siempre necesito moverme, es cierto que al final del año necesitas parar unos días en un mismo sitio. Pero, más que los viajes diarios, que me importan menos porque viajo cómodo, me fastidia tener que hacer y deshacer maletas.
-¿Es de los que acude al médico cuando toca un chequeo o sólo cuando duele?
-Sólo voy cuando duele. Debería ir más a revisiones, de hecho mis amigos sí lo hacen y yo me lo pongo siempre como objetivo, pero al final con el trabajo me resulta complicado y termino yendo menos de lo que debería. Lo que sí intento es cada dos meses ir al osteópata en Bilbao. Llevo varios años con él y me pone el cuerpo a punto. Además, me dice ejercicios que luego puedo hacer para mantenerme en forma. Porque estar ocho horas diarias de pie hace que las lumbares sufran.
-Trabaja a diario con la suerte. ¿Le acompaña ésta fuera del plató?
-Creo que sí existe, pero en un porcentaje pequeño. Confío más en la constancia y en el fruto del trabajo. Aunque un mínimo de suerte hay que tener.