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Los rebeldes reabren el puerto de Trípoli y anuncian apertura del aeropuerto

Las autoridades rebeldes libias han reabierto ya el puerto de Trípoli y se disponen a reanudar "en unos días"el tráfico aéreo en la capital, aunque solo para necesidades humanitarias, anunció hoy el nuevo ministro de Transporte y Comunicaciones, Anuar Faitourui.

En una rueda de prensa ofrecida en el hotel Corintia de la capital, reveló, asimismo, que los próximos días llegarán a Trípoli seis superpetroleros para abastecer de combustibles el país.

Por su parte, las fuerzas del líder libio, Muamar Gadafi, presentes en la ciudad de Sirte han cortado casi dos tercios del suministro de agua en Trípoli, la capital, según un informe del departamento de la Comisión Europea responsable de la Ayuda Humanitaria (ECHO).

Apenas hay agua en Trípoli, de manera que las organizaciones de ayuda humanitaria han tenido que llevarla en camiones y buques cisterna para que la ciudad siga funcionando.

La mayor parte del agua que consumía la capital llegaba a través del Gran Río Artificial, una red de tuberías que se construyó en los años 80 y que transportaba el agua desde el subsuelo del desierto del Sáhara.

El informe, obtenido por la agencia Reuters este martes, dice que "la válvula que permite el transporte de 200.000 metros cúbicos de agua (al día) desde el sistema del este está en Sirte"y que "las FG (Fuerzas de Gadafi) la mantienen cerrada".

Otros 100.000 metros cúbicos de agua procedentes de 30 pozos llegaban diariamente a la capital, pero la falta de agua obligó a cerrar la red de tuberías secundaria que abastece a las zonas rurales de los alrededores de Trípoli. Según el ECHO, "algunos barrios periféricos están sin agua desde hace tres días".

El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, ha advertido de que la interrupción del suministro de agua podría clasificarse como un crimen contra la Humanidad.

"No he oído que se haya cortado deliberadamente, pero podría ser", ha señalado en un encuentro con periodistas. "El agua es básica para la vida"y "si alguien ha interrumpido el suministro a propósito con la intención de causar muertes, podría ser un crimen intencionado, probablemente un crimen contra la Humanidad. Pero de momento no creo que sea así", ha declarado.

El informe del ECHO afirma que se está transportando agua en camiones desde pozos públicos de Trípoli y sus alrededores. Muchas casas de la capital --excepto en el casco viejo y la zona del centro próxima al puerto-- disponen de pozos particulares.

Sin embargo, el agua de estos pozos contiene demasiada sal como para ser potable, añade. Aunque los supermercados y otros comercios están empezando a reabrir y hay agua embotellada disponible, ésta se vende muy cara.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha informado de que uno de sus barcos se dirige a Trípoli desde Malta con 500.000 litros de agua aportados por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).