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El finiquito de los ex diputados costará al Estado diez millones

El Congreso pagará al ex presidente Bono en 2012 una pensión de 170.128 euros, según el presupuesto al que ha tenido acceso LA RAZÓN. La partida por «cesantías» aumenta un 20,63% 

El finiquito de los ex diputados costará al Estado diez millones
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Madrid- José Bono, como antes Manuel Marín, y antes Luisa Fernanda Rudi y antes Federico Trillo no se ha ido del Congreso con las manos vacías, sino con una cesantía que le reconoce una pensión de ex presidente de la Cámara Baja durante 24 meses. Sólo en 2012, las Cortes tendrán que destinar al pago de la misma 170.128 euros y otro tanto el próximo años. Idéntica cantidad recibirá su correligionario Javier Rojo en calidad de ex presidente del Senado. Ya en 2011, y con motivo de la disolución anticipada de las Cámaras, hubo que habilitar 10.000 euros para afrontar el pago de la pensión a Bono en el mes de diciembre.

El presidente del Congreso, como tercera autoridad del Estado, es uno de los cargos mejor retribuidos (más de 12.000 euros mensuales), muy por encima incluso del presidente del Gobierno.

La cesantía a la que tendrá que hacer frente la Cámara Baja en 2012 consta en los Presupuestos del Congreso para este año que fueron aprobados por unanimidad el pasado martes en una reunión conjunta de las Mesas de ambas Cámaras, un documento que el Parlamento se niega, después de 30 años de democracia, a hacer público y que hay que conseguir a hurtadillas. LA RAZÓN ha tenido acceso a los 92 folios, que prevén además un aumento del 2,21 por ciento del gasto destinado a los complementos que reciben los diputados por ser portavoces, portavoces adjuntos, presidentes, vicepresidentes o secretarios de comisión. El aumento, que eleva la partida a más de 5 millones de euros para este ejercicio, es consecuencia del aumento de cargos en comisiones. No en vano, el número de parlamentarios por grupo de trabajo se ha elevado de 38 a 44 en esta Legislatura.

Reducción de partidas
A estos 5 millones hay que añadir los 13.500.000 que la Cámara destinará este ejercicio a la asignación constitucional de sus señorías, una partida que se reduce, esta sí, un 2 por ciento, ya que «hay diputados que cobran sus retribuciones de otros organismos», según consta en la memoria presupuestaria.

Otra de las partidas que llama la atención de las cuentas del Congreso es la que responde al epígrafe «previsiones de gasto» en dietas de conductores al servicio de los miembros de la Mesa y escoltas del presidente, que aunque se reduce un 13,33 por ciento respecto a lo que se gastó en 2011, suma la friolera de 130.000 euros. Claro que la previsión para gastos de desplazamiento de los escoltas que acompañan al presidente es de otros 50.000 euros.

Otro capítulo que crece considerablemente, hasta un 20,63 por ciento, es el que se destina a la nómina de ex diputados. Son las llamadas «indemnizaciones por cese» o «finiquitos», que costarán más de 10.000.000 de euros a las arcas públicas. Esta «canongía» como el llamado sistema de protección social para diputados que daba derecho a la pensión máxima de jubilación por haber estado once años en un escaño se suprimió en 2011 por acuerdo de la Mesa. Así que los parlamentarios del actual mandato ya no podrán recibirla, aunque sí los que dejaron el Congreso en noviembre pasado.

 Son todas estas las grandes cifras de un anteproyecto que prevé un gasto de casi 87 millones, un 5 por ciento menos que en 2011, después de tres años de reducción de consecutiva.

 

850.000 euros para taxis y 483.000 en material de escritorio
Hace dos años, la Cámara Baja gastaba un millón de euros en el servicio de Radio Taxi y en vehículos de alquiler del parque móvil, y 900.000 en 2011. Ahora, el recorte alcanza un 5,56 por ciento, pero aún así el Congreso prevé gastar 850.000 euros por este concepto. Mucho más que lo que destinará –180.000 euros– al mantenimiento de vidrieras y conservación de los elementos histórico-artísticos del Palacio de San Jerónimo o a la restauración del mobiliarios o los lienzos y tapicerías, que costará otros 168.000 euros en este ejercicio. 159.000 euros costará el vestuario del personal dependiente de la Cámara; 483.000, la compra de material de escritorio con destino al almacén; 188.000 euros irán a parar a la compra de fotocopiadoras; 100.000 a la adquisición de alfombras o faxes y 37.900 serán para el arrendamiento de los guardamuebles donde acaban los enseres que sus señorías sustituyen por otros nuevos cada legislatura. Un capítulo que da, dicho sea de paso, para una entrega por fascículos, teniendo en cuenta los «caprichos» de algunos diputados.