«Leones»

Dicen que la familia está a la baja. Lo dicen, claro, los laicistas, aunque nunca más lejos de ello. No hay más que echar el reojo a esa familia muleña de apellido León, cuyos zagales se parten el pecho como auténticos espartanos por donde van y en lo que hicieren. Uno, Pedro León, calificado ya como el segundo Michel del Real Madrid y salido del Real Murcia, apunta unas maneras baratas para Florentino Pérez, que dilapida los fondos del histórico en cretinos del quince, y no me refiero sólo a Cristiano. El éxito no es la prepotencia como nos ha demostrado desde la mayor humildad Vicente del Bosque. Pero a lo que íbamos. El otro León, de nombre José Luis, se las está poniendo duras a Schleck y Contador, y lleva muy por detrás al siete veces campeón del Tour Lance Amstrong. ¡Fíjense!, los «leones» son de Mula, para no ir muy lejos. Esto es lo que vale, gente humilde, trabajadora, empleada en su quehacer diario, sin complejos, con inteligencia y con toda la rabia y potencia que sus genes les dieron a entender. Habría que pedirle al señor y a la señora León que nos dejaran esa genética para el futuro, porque desde luego Murcia sería otra cosa con gente así. Una familia, una sencilla y humilde familia que como Del Bosque sabe levantar a los suyos hasta lo más grande. ¡Vaya par de «leones» que nos han dejado y con los que disfrutamos en cada disparo o en cada pedalada! Vaya par de «leones» con los que vamos a disfrutar bastante tiempo, fruto y orgullo de una familia, justo lo que está en deshuso por quienes nos gobiernan. Aún más grande si cabe el que la familia León perdiera un hijo, según me comentan, ya que carezco de información veraz sobre eso. Más grandes son quienes se sobreponen a las desgracias, porque no arrojan la toalla y se emplean en tirar hacia arriba de los que vienen detrás o están por enmedio. Murcia puede estar orgullosa de sus «leones», es decir, Murcia puede estar orgullosa de una familia como la León.