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ANÁLISIS Se puede contar con la ONU

La Razón
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l¿Cuál es la situación en la guerra de Libia?
–Desde que la intervención aérea internacional liberó la capital del este y de los rebeldes, Bengasi, del inminente asalto de las tropas de Gadafi y después de que, tras un vaivén militar en torno a la ciudad de Ajdabia, ésta quedase en manos de la oposición, la situación bélica ha sido básicamente de estancamiento, con ligeros avances de las fuerzas enemigas del dictador, lo cual supone un colosal progreso a favor de estas fuerzas y la coalición que los apoya, pues inicialmente el desequilibrio entre los bandos era tan enorme que sin las acciones aéreas internacionales los rebeldes hubieran sido aplastados en días. La situación relativa de tablas sólo ha sido posible porque los coaligados externos no han dejado de aupar al bando anti Gadafi, mientras éste se ha ido deteriorando. Desde el punto de vista diplomático, el desequilibrio a favor de los opositores es ya absolutamente manifiesto.

Se dijo que iba a ser una misión rápida. ¿Por qué se está alargando tanto tiempo?
–Se esperaba que con el comienzo de los bombardeos el régimen se desplomara. No fue así. Ha habido deserciones políticas importantes y militares de inferior envergadura pero el régimen ha aguantado. Lo que se le está hundiendo es el frente diplomático. Militarmente, sin duda, su capacidad de resistencia y reacción va mermando de día en día, pero lentamente.

¿Será necesaria una intervención terrestre?

–Es muy improbable. Pero en cierta medida ya se está dando, pues hay instructores militares sobre el terreno, sobre todo británicos e italianos. Depende del aguante occidental y de cómo se evalúe la capacidad de aguante de Gadafi. Jurídicamente no debería plantear ningún problema desde el momento en que casi todos miembros de la coalición reconocen al Consejo Nacional Transitorio como Gobierno legítimo. Adiós ONU. Es Bengasi quien cuenta.