Bruselas
España peleará por la recapitalización directa de la banca
Bruselas busca hoy un «acuerdo político» sobre las condiciones de la ayuda al sector financiero Arranca una semana clave para España
España volverá hoy a ser el centro de todas las miradas en Bruselas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, intentará arrancar de sus homólogos de la zona euro un «acuerdo político» lo más favorable posible para España sobre el «memorándum de entendimiento» que recogerá las condiciones del préstamo que permitirá la recapitalización bancaria con hasta 100.000 millones.
El documento no incluirá de momento la cifra final del crédito porque el total será el resultado de la suma de los préstamos a cada una de las entidades financieras con problemas y, además, todavía queda por conocer el resultado de las auditorías que están en curso. Las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman han calculado que la banca necesitará entre 51.000 y 62.000 millones de euros para afrontar hasta 2014 un hipotético escenario económico muy adverso.
El borrador, negociado en las últimas dos semanas en Madrid por las autoridades españolas y los expertos de la Comisión, con ayuda del Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se centran en el sector financiero. En él aparecerán las características del crédito, tales como el plazo de devolución (más de 15 años), el periodo de carencia (entre 5 y 10 años) o el tipo de interés (entre el 3% y el 4%).
Las condiciones tendrán como principal destinatario las entidades receptoras de las ayudas, que deberán someterse a planes de reestructuración que supondrán venta de activos, cierre de oficinas y segregación de activos inmobiliarios. Con ello, se acompañarán directrices para el conjunto del sector bancario, con exigencias de refuerzo de la supervisión y la regulación.
El memorándum no contemplará la inyección directa a la banca sino que se transferirá el dinero al fondo ordenado de reestructuración bancaria (FROB) y éste a las entidades, entre otras cosas, porque la posibilidad de no pasar por el Estado no existe todavía legalmente, de modo que el préstamo computará como deuda en esta primera fase.
Se calcula que los primeros pagos llegarán en otoño de este año y se prolongarán durante la primavera del 2013, lo que podría ser demasiado rápido para que se cumpla la condición aprobada por los Diecisiete para la recapitalización directa de haber puesto en marcha un surpervisor bancario único para toda la Unión. Fuentes del Eurogrupo aplazan a mediados de 2013 o incluso hasta 2014 la entrada en vigor de este nuevo órgano, que dependerá del Banco Central Europeo, por lo que para España podría no estar listo en esta ocasión.
Por otra parte, podría haber novedades sobre la petición de España de lograr un año de gracia, hasta 2014, para reducir su déficit del 8,9 % al 3 % del PIB, aunque dado que el Gobierno no ha presentado todavía los presupuestos para 2013 y 2014 con nuevas medidas de control del gasto –tal y como le había solicitado la Comisión– la decisión no podrá ser tomada por los ministros de Economía.
Tensión entre los socios
La reunión de hoy será además la primera después de la cumbre de Bruselas de 28 y 29 de junio, y arrojará luz sobre la verdadera posición de países como Finlandia y Holanda, que después de aquella cita han reculado sobre sus posiciones y dejado en el aire los acuerdos alcanzados.
Sobre esta cuestión, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, subrayó ayer en una entrevista al «Corriere de la Sera» que el acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo para el uso de los fondos europeos de rescate para comprar deuda de países bajo presión fue adoptado «por todos» y no puede ser rechazado a un nivel político inferior.
EL RETO: Alejar la deuda de la «línea roja» del 7%
El interés del bono a diez años superó la semana pasada el 7% en el mercado secundario durante la sesión del viernes y la prima de riesgo volvió a los niveles previos a la cumbre de líderes europeos de finales de junio. Los mercados se movieron por impulsos, como suele ser habitual en esta crisis de deuda, y presionaron a la UE y al Gobierno de Mariano Rajoy para seguir con la política de reformas que solucionen la actual situación. Sin un nuevo escenario, los inversores no comprarán deuda pública de España a precios asumibles. En renta variable, los bancos sufrieron como nadie el retraso del plan de recapitalización del sector financiero nacional y el Ibex 35 acumuló un descenso de más del 5%.
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