Presión de EE UU para un alto el fuego en Gaza mientras un bombardeo de Israel deja 19 muertos en Rafah

El presidente estadounidense, Joe Biden, mantuvo este domingo una nueva conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien trasladó su "clara postura" sobre la planeada ofensiva militar israelí sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.

"Los dirigentes han hablado de Rafah y el presidente ha reiterado su clara postura", indicó la Casa Blanca en un comunicado oficial sobre la llamada.

Washington advirtió de que no apoyará una operación militar israelí que no ofrezca protección para los más de un millón de palestinos desplazados que se han refugiado en Rafah y cuestiona la capacidad para evacuar y atender adecuadamente a un número así de civiles.

El comunicado presidencial estadounidense reitera el "compromiso inquebrantable" de Estados Unidos con la seguridad de Israel y recuerda la defensa frente a los drones y misiles lanzados por Irán contra Israel la noche del 13 al 14 de abril.

Asimismo, Biden y Netanyahu trataron las "negociaciones en marcha para lograr la liberación de los rehenes y un alto el fuego inmediato en Gaza", así como la necesidad de incrementar la ayuda humanitaria que entra en el enclave palestino y se refiere a la inminente apertura de un nuevo paso fronterizo en el norte de Gaza la próxima semana.

"El presidente ha subrayado la necesidad de que este progreso se mantenga y se mejore con total coordinación con las organizaciones humanitarias", agregó la Casa Blanca.

Casi una veintena de fallecidos en Rafah

Al menos 19 ciudadanos palestinos murieron la noche este domingo tras un bombardeo del Ejército de Israel en Rafah. Uno de los ataques alcanzó una vivienda en el este de la ciudad, acabando con la vida de cuatro palestinos, dos de ellos niños, según informó la agencia de noticias palestina WAFA.

Los bombardeos también destruyeron otra casa, donde se albergaban desplazados, en un barrio céntrico de la ciudad, donde perdieron la vida seis personas, y otras cinco fallecieron tras un ataque contra la vivienda de una familia en una zona situada en el sur de la ciudad.

El Ejército de Israel inició una ofensiva sobre el enclave palestino a raíz de los ataques del 7 de octubre por parte del grupo islamista Hamás, que dejaron 1.200 muertos y 240 rehenes, de los que ya han sido liberados un centenar.

Desde entonces, las autoridades palestinas han notificado la muerte de más de 34.300 ciudadanos en la Franja, a los que se suman otros 480 palestinos en Cisjordania y en Jerusalén Este por las operaciones de las fuerzas de seguridad y las acciones de colonos israelíes.