Los jardineros destrozan Cibeles

Madrid- La lucha entre los jardineros municipales y las empresas concesionaria del servicio en las calles de la capital ha dejado miles de plantas muertas en el paseo de Recoletos. Durante la manifestación que convocó ayer el colectivo como protesta a la falta de acuerdo en el convenio, decidieron desahogar su frustración destrozando los parterres cuyo cuidado es su responsabilidad. Las flores y arbustos que adornaban el entorno de la fuente de la diosa y los bulevares del paseo acabaron esparcidos por toda la plaza, que estuvo cortada al tráfico durante una hora. También pagaron el pato el riego por goteo y algunos mástiles de los que rodean la fuente, en la que no llegaron a entrar del todo pero sí sobrepasaron la valla de seguridad lanzando los restos de las plantas arrancadas al agua. La concentración de ayer fue la primera de las diez convocadas este mes por los sindicatos que representan a los jardineros -CC OO, UGT, CGT y USO- para denunciar la «intransigencia» de las nueve empresas adjudicatarias del servicio de jardinería de la capital en la negociación de un nuevo acuerdo para el sector, a pesar de que el actual no se revisa desde 2001. Según explicó la secretaria de Acción Sindical de la Federación de Servicios de UGT de Madrid, Evangelina Rodríguez, los 3.500 jardineros de la capital tienen un acuerdo de mejora salarial con respecto al convenio estatal y los sindicatos han «intentado buscar una solución» a este conflicto proponiendo una subida mensual de once euros para 2010. Rodríguez aseguró que la respuesta de la patronal fue un incremento de «80 céntimos al mes». Por este motivo, desde hoy hasta el viernes y los días 17, 19, 21, 24, 26 y 28 de mayo, el colectivo seguirá manifestándose hasta lograr un acuerdo. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid anunció que evaluará los daños producidos por la protesta y pasará un informe a la Delegación del Gobierno, que autorizó la concentración de los jardineros frente al Área de Medio Ambiente, en el número 12 del paseo de Recoletos, pero no que tomaran la calle hasta la Cibeles.