Gràcia sacrifica actos mediáticos por unas fiestas más familiares

barcelona-Ya hace un par de años que las populares fiestas de Gràcia no acaparan las portadas de los diarios en verano para lamentar altercados y peleas. Hace dos años que el distrito de Gràcia y la Fundació de la Festa Major de Gràcia se conjuraron para frenar el desmadre en el que se había convertido la fiesta más célebre del verano en Barcelona. «El sarao se nos escapó de las manos hace tres o cuatro años», admitió ayer el presidente de la Fundació de la Festa Major de Gràcia, Ricard Estruch, y «ahora estamos trabajando para reconducirlo». El cambio «radical» de estrategia pasa por volver a los orígenes de la celebración e implicar a los vecinos que hace sólo tres años huían del barrio durante los festejos, explicó el concejal del distrito, Guillem Espriu. Por segundo año consecutivo, están programados un 70 por ciento de actos durante el día y un 30 por ciento, durante la noche. Hace sólo unos años, el porcentaje era a la inversa. Espriu matizó que no se han limitado los conciertos de noche, sino que se han multiplicado las actividades diurnas dirigidas a las familias. Los conciertos nocturnos siguen siendo el gancho que atrae a 250.000 personas los días laborables y hasta 450.000 el fin de semana. Como aniquilarlos sería un sacrilegio, se han sacrificado los conciertos más mediáticos por actuaciones más acordes con la fisonomía de Gràcia, calles estrechas con capacidad para 200 personas. En esta edición, tocará Sanjosex y Mª del Mar Bonet y Manel Camp presentarán su nuevo trabajo.Para evitar molestias se multiplicarán por dos –de 5 a 10 – los limitadores de sonido. La fiesta acabará a las dos de lunes a jueves y a las 3.30 los viernes y sábados. Habrá 78 cabinas de WC y han empezado los diálogos con «okupas» para prevenir altercados. Este año, se adornarán 17 calles, se suma la calle Fraternitat, entre Siracusa y Tordera. Y no se limita la subvención, de 397.000 euros.