Strauss-Kahn en libertad por un millón de dólares

Después de renunciar a su empleo, Dominique Strauss-Kahn concentró ayer todas sus energías en intentar salir de la cárcel. Y la estrategia de sus abogados tuvo premio. El juez desestimó las alegaciones de la Fiscalía, que argumentaba un claro riesgo de fuga del acusado, y concedió la libertad bajo arresto domiciliario a cambio de una fianza de un millón de dólares. DSK no podrá salir ni un centímetro del lujoso apartamento que a tal efecto ha alquilado ya su esposa, Anne Sinclair. Si lo hiciera, el brazalete electrónico que deberá llevar en todo momento avisaría a las autoridades para su detención por intento de fuga.

La relación causa-efecto entre dejar su puesto al frente del Fondo Monetario Internacional y su salida de la cárcel es indemostrable, pero a buen seguro levantará las suspicacias de quienes aún creen en «teorías de la conspiración». En cualquier caso, su situación en el FMI era ya insostenible y su situación legal, tan complicada como para ceder a las presiones de sus, hasta el pasado sábado, socios de uno y otro lado del Atlántico.

La Fiscalía había defendido con uñas y dientes el riesgo de fuga, pero no pudo ganar ese pulso. «Strauss-Kahn tiene la posición y los medios para viajar y vivir una vida de paz o confort en lugares del mundo que quedan muy lejos de esta jurisdicción», remarcó el fiscal, quien añadió que el acusado «tiene los contactos políticos y los medios económicos para poder salir de esta jurisdicción. Cuenta con una red completa de contactos internacionales alrededor del mundo».

Sin embargo, la acusación ganó la batalla más importante de ayer. El Gran Jurado, compuesto por ciudadanos neoyorquinos y en cargado de dilucidar si las pruebas presentadas por la Fiscalía tenían la suficiente entidad como para abrir un proceso, aceptó siete cargos de agresión sexual e intento de violación. De esta forma, dio el visto bueno a que comience el juicio contra el DSK, de 62 años.
 
La defensa del ya ex responsable del FMI, liderada por el letrado Benjamin Brafman, se dio por satisfecha con la excarcelación de su cliente, la cuestión en la que centró la mayor parte de su trabajo. Así, William Taylor, uno de los letrados del equipo, explicó que su cliente tiene un único interés: «Limpiar su nombre». Dicho lo cual, el juez determinó que la vista arrancará el próximo 6 de junio.

Ayer se pudo ver a Strauss-Kahn vestido con un traje gris justo antes de entrar a presentarse ante el juez. El economista se dio la vuelta para sonreír a su mujer, y su hija Camille, que se habían desplazado para apoyarlo. Su esposa había llevado el dinero de la fianza por si el juez aceptaba la petición de sacarlo fuera de la cárcel, como así fue.
Según la documentación de la defensa presentada el miércoles ante el tribunal, Strauss-Kahn habría entregado su pasaporte.

La descripción de su defensa como «amante marido y padre» difiere de las palabras que eligió para describirle una «madame» de Manhattan. Según recogió el periódico «New York Post», Kristin Davis, de 35 años, recibió varias llamadas de Strauss-Kahn a principios de 2006 para pedirle «una chica estadounidense». Davis, que ha estado en la cárcel por regentar un negocio de prostitución, indicó que DSK pagó 2.400 dólares por un servicio de dos horas. «Lo hizo en efectivo. La primera chica que mandé dijo que había sido muy agresivo y no quiso volver con él [cuando llamó en otra ocasión]», recordó Davis.

Los detectives han vuelto al ático del hotel Sofitel de Manhattan para tomar una prueba de la moqueta de la habitación en búsqueda de más evidencias de ADN. Los investigadores neoyorquinos creen que podrían encontrar restos de semen de Strauss-Kahn después del supuesto episodio de sexo oral obligado. Se esperan los resultados en los próximos días.

Las últimas filtraciones apuntan a que habría un tercer testigo de los hechos. Se trataría de un empleado del hotel, según confirmó la Policía de Nueva York. El hombre se encontraba en la habitación cuando llegó la supuesta víctima de Strauss-Kahn. Al parecer retiraba el desayuno de huevos y tostadas del político francés, cuando la mujer le preguntó si ya podía entrar para arreglar la habitación.

Entonces, el compañero de la joven le dijo que estaba vacía y se marchó. Estas últimas informaciones encajarían con la versión de la supuesta víctima que explicó en su denuncia que pensaba que no había nadie cuando entró en la suite. La norma de Sofitel requiere a sus huéspedes que abandonen el hotel a las once de la mañana. Una hora y media antes de cuando se produjo el presunto ataque.

El ex favorito a suceder a Sarkozy en El Elíseo tras las elecciones del próximo año pasó ayer su última noche en prisión, al menos hasta que se conozca su sentencia. Desayunará alrededor de las cinco de la mañana, antes de encontrarse con su mujer y su hija Camille, que han mostrado todo su apoyo a Strauss-Kahn.

«Ahora pienso en mi familia»
DSK envío su carta de dimisión ayer al FMI:«Con infinita tristeza me siento obligado a presentar mi renuncia al puesto de director gerente del FMI. En este momento pienso primero en mi esposa, en mis hijos, mi familia, mis amigos[...] A todos quiero decirles que niego con la mayor firmeza todas las alegaciones que se han hecho en mi contra [...]. Quiero dedicar toda mi fuerza, todo mi tiempo y toda mi energía a probar mi inocencia».