Los proveedores no podrán dejar de suministrar a los hospitales

En caso de rebeldía, la Generalitat podrá obligarles y hasta ejecutar «una especie de embargo» de la mercancía, según explican fuentes de la Conselleria. Y eso que el riesgo es mayúsculo, porque, según advierten desde este Departamento, para muchos de los proveedores amotinados, la Administración autonómica es su único cliente y podría dejar de serlo.

No obstante, si se diera el intento de boicot en el suministro, las empresas se arriesgarían no sólo a perder la fianza, sino a pagar la «enorme» multa que supondría el no atender sus obligaciones. Con todo, el Gobierno valenciano cuenta con un Plan B que incluye la participación de las grandes firmas. «Con ellas no hay problemas».

Compromiso en tres fases
Desde que se creara la Plataforma de Proveedores de la Sanidad, hace unas semanas, la Conselleria del ramo ha mantenido diversas reuniones con sus portavoces. De la última salió el calendario de liquidación de la deuda. Así, el Gobierno valenciano se compromete a finiquitar los pagos pendientes de cobro de 2009 y 2010 del 85 por ciento de los proveedores, pasando éstos de los 1.300 actuales a apenas unos 200. El primero de los pagos se realizará, según adelantaron ayer desde Sanidad, a finales de la próxima semana.

De las obligaciones pendientes, en los próximos cuatro meses, se llevará a cabo la compra de las facturas -de momento sólo las de 2009 y 2010- por parte de entidades financieras, que pagará cada año la Generalitat.Por último, a largo plazo, se continuará la gestión para ir equiparando los presupuestos a ejercicios futuros al gasto real de la asistencia sanitaria, «pese a que la financiación del Estado sea menor de la que realmente le corresponde».

«Mejor que el año pasado»
Los proveedores salieron de la reunión del pasado miércoles «tremendamente decepcionados». Querían más firmeza en el compromiso de la Conselleria de Sanidad, así que al no conseguirlo, lo intentarán con la de Hacienda. No obstante, desde el Departamento de Manuel Cervera no se entiende dicha postura, que, «aunque comprensible», no es realista. «Cuesta entender que estén tan molestos, cuando están mejor que el año pasado».