Salamanca
Dormir como una princesa
>> Nombre. Castillo de Buen Amor.>> Dónde. En Villanueva de Cañedo, a 20 km de Salamanca.>> Lo mejor. Su conservación.>> Contacto. 923 355 002 / 923 35 51 65.
Hasta el 23 de noviembre se puede visitar la muestra sobre Moda Vintage, inspirada en la estética de los vestidos de novia, que se expone en el Centro Comercial Moda Shopping de Madrid. Lorenzo Caprile, modista y comisario de la Exposición, en la que se podrá ver un recorrido por la moda nupcial desde el siglo XIX hasta 1980, tiene en las protagonistas de un enlace a uno de sus mejores públicos. Cuando le preguntamos qué escenario elegiría para lucir alguno de sus modelos, no se lo piensa dos veces: «Sin duda, El Castillo de Buen Amor, en Salamanca. Me encanta. Un auténtico castillo medieval del siglo XV, con su foso, sus torres, sus gruesos muros… Es precioso, único y maravilloso». Este hotel, que se encuentra a 20 kilómetros de Salamanca, es uno de los edificios de la época mejor conservados en su estructura. Dentro, la decoración, salpicada de antigüedades y muebles clásicos, terminan de darle el empaque. Los tapices, la chimenea mudéjar, las armaduras... Todo respira historia y el ambiente es cálido y mágico.
La primera vez que Caprile llegó a este lugar de leyendas afirma que le transmitió calma y tranquilidad. «Me encanta como lugar de reunión de amigos en verano, en torno a la piscina, que se encuentra en el foso, o para las parejas, en cualquier época del año», asegura. De su gastronomía afirma no poder olvidarse del risotto, ni de las croquetas semilíquidas de boletus. Recuerda que la primera vez que estuvo, las probó en el Patio de Armas: «Parecía que hubiésemos dado un salto en el tiempo».
Otro de los atractivos de este hotel es poder reservarlo para una celebración importante, como un enlace. «Los escenarios son muy importantes el día de una boda. En este caso, las novias se sienten como princesas», comenta Lorenzo. Otro de sus encantos está en el desayuno, en el que se pueden probar los productos de Salamanca. Luego, Caprile sugiere un paseo por los aledaños del castillo para perderse en su laberinto vegetal y encontrar pasadizos. Por último, hace mención especial a la familia que lleva con dedicación y cariño este hotel: «Los Fernández de Trocóniz son encantadores y a cualquier huésped le hacen el recorrido por las estancias, contándole, por ejemplo, que fue el Obispo Fonseca, en 1477, quien convirtió esta antigua fortaleza en un imponente palacio renacentista. Os dedicarán tiempo y mimo». De ahí que Caprile reflexione: «No pienso en el futuro, vivo al día, por eso creo que hay que dedicarse momentos de placer, como una escapada al Castillo de Buen Amor».
l Por Mónica de Miguel
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