La última carambola de Cascallana

MADRID- La carambola de las urnas quiso un cambio de Gobierno en la localidad de Alcorcón, por eso sale ahora a la luz uno de los últimos gastos del Ejecutivo de Cascallana: dos mesas de billar francés de las que de momento los ciudadanos del municipio sólo disfrutan una.

La operación se aprobó apenas dos semanas antes de las elecciones locales: El 5 de mayo pasado el patronato municipal de deportes aprobaba una propuesta de gasto para comprar los dos billares. El presupuesto, de casi 7.000 euros, incluía el pago de las mesas y sus correspondientes complementos (bolas, tacos, el marcador...) a la empresa Motegan. Trece días después, la proveedora de las mesas emitía dos facturas. La primera, por un importe de 3.171 euros, correspondía a un billar de madera de pino de 220 por 110 centímetros. La segunda, de 374,21, a los complementos. Una de las mesas se encuentra en la actualidad instalada en el Centro Cultural Viñagrande, pero ¿qué ha sido de la segunda mesa de billar francés?

Fuentes del Ayuntamiento de Alcorcón explicaron que la empresa a la que se le hizo el encargo se ha puesto en contacto con ellos en diversas ocasiones desde el pasado mes de mayo.
Aseguran, según las mismas fuentes, que el concejal que firmó el pedido –el entonces vicepresidente del patronato deportivo de Alcorcón, Fernando Clouté– les indicó antes de su salida del consistorio el destino de uno de los billares y que sobre el otro, que aún permanece en sus almacenes, no recibieron indicación alguna. Aún lo guardan en sus instalaciones, a la espera de recibir la orden del Ayuntamiento de Alcorcón.

Fuentes del Ejecutivo de Pérez, que hoy hará público el resultado de la auditoría que han hecho estos meses al Gobierno del socialista Enrique Cascallana, consideraron «un gasto superfluo» la compra de los billares y aseguraron que están estudiando varias posibilidades para no hacer efectivo el pedido de la segunda mesa ya que la quieren devolver.

La auditoría llega a su fin
Llevaba apenas diez días en el cargo cuando el actual regidor de Alcorcón, el «popular» David Pérez, se comprometía a realizar una auditoría de las cuentas del consistorio que acababa de abandonar el actual diputado socialista en la Asamblea, Enrique Cascallana. Han pasado cuatro meses desde su promesa y hoy Pérez cumplirá con sus ciudadanos. Hoy presenta un informe con los resultados de este rastreo en los cajones alcorconeros que promete añadir más leña al fuego en el enfrentamiento que mantienen los regidores entrante y saliente.