Miami

Bordiú también bailará en Miami por Jesús Mariñas

Carmen Martínez- Bordiú extiende sus dominios en un no parar sospechoso. Tanto es así que la otra tarde, durante el aniversario de Qatar Airlines, intentó colocar a sus bailarines en una gira por los Emiratos. Parece que el proyecto está en marcha y, mientras, Carmen escribe un nuevo libro.

Bordiú también bailará en Miami por Jesús Mariñas
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Se trata de una autoconfesión en la que aprovecha los dislates continuados de María de Mora. Lo suyo es un suma y sigue. Ya la anuncian pomposamente como una «madame» en regla. Estimulada y también representada por Toño Sanchís, unido en esto a Kiko Matamoros, ella niega las evidencias. Hace trinar a Ivonne Reyes y a Nuria Bermúdez, casi colocándolas en su erótica plantilla laboral. Ellas protestan, se defienden, pero ninguno la demanda.

Carmen no puede estar quieta, ni siquiera ahora que su hijo y sus nietos se han afincado en Madrid y podría dedicarles más tiempo. A estas alturas no cambiará y, recién llegada del Polo Norte, se ha desplazado unos días a Miami. Allí está empezando la versión caribeña de «¡Mira quién baila!», donde Poty marca el paso como ya lo hizo con la desarmonizada Belén Esteban. El plantel es muy conocido en aquellos lares y lo encabeza el un día cantante Jon Secada y Norma Niurka, una especie de María Lapiedra con menos talento. Hay una actriz de carácter, tipo Charo Soriano, y varias promesas muy pimpantes y lúcidas. Niurka es la Esteban del espacio. Siempre batalla, protesta y se enfrenta al jurado que, con Alejandra Guzmán al frente, tiene menos recursos defensivos, ya que tan sólo lo componen tres. Cada sábado la lían y después su cadena, Univisión, no deja de cebar a los telespectadores con los incidentes, al igual que Telecinco en España.
 
Lo de aquí se une con lo de allá. Ésta es una nueva conquista española, como en los tiempos coloniales. Ellos exportan culebrones únicos en efectividad y nosotros les correspondemos con programas como «DEC» o «Sálvame», espacios imprescindibles para estar al día. Explotan las mismas triquiñuelas porque, a fin de cuentas, somos la madre patria. Carmen no llegó a un acuerdo económico para animar aquello, aunque el Caribe le tire tanto como a Poty, que es muy bueno en danza clásica, pero vacilante cuando se trata de una coreografía de salsa, merengue o hip hop, es decir, los ritmos oriundos del otro lado del océano.