Duran enmienda la «independencia» de Mas y pide un «Estado confederado»

BARCELONA- A diferencia de Artur Mas, Josep Antoni Duran Lleida no se convirtió en un líder independentista de la noche a la mañana después de la manifestación de la Diada. El líder de Unió no tiene inconveniente en abrazar el derecho a decidir de los catalanes ni en convocar una consulta en los próximos años, pero no quiere la separación de España por la que suspira Mas. Duran quiso dejarlo claro ayer a través de un «tuit». «Defender el derecho de autodeterminación y la libertad de Cataluña no es necesariamente defender la independencia. Soy confederalista y lo seguiré siendo», clarificó pocas horas después de clausurar su discurso en el consejo nacional de CiU afirmando «Amunt, avant, visca Catalunya lliure» (Arriba, adelante, viva Cataluña libre), tradicional grito de guerra de los independentistas que Duran, recordó, empleaba a menudo Carrasco i Formiguera, fundador de su partido.

La postura de Duran choca con la de Mas, que ayer se dedicó en cuerpo y alma a enardecer a la militancia de CiU para afrontar «una misión histórica», la de preguntar «por primera vez en tres siglos» a los catalanes qué futuro quieren. Proclamado formalmente candidato a la Generalitat, Mas evitó, como siempre, citar la independencia, aunque ya ha dado sobradas pistas sobre cuáles son sus deseos. «Me gustaría tener los mismos poderes que cualquier nación de Europa. Igual que Eslovenia, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Letonia, Estonia o Lituania», dijo en el último debate de política general.

El líder de CiU parece poseído por un aire mesiánico que insiste en negar, aunque sus palabras revelan la condición de un político que se siente llamado a convocar una consulta sobre el estado catalán para después dejar el cargo. «La haremos siempre dentro del marco legal, amparándonos en el que existe en el Estado y, si no, lo probaremos de cambiar, y si no, crearemos uno nuevo o pediremos amparo a Europa o al mundo. Haremos lo que haga falta», prometió.

El cuerpo a cuerpo con el Gobierno parece una de las cosas que Mas juzga necesarias para llevar a cabo una consulta que no se puede demorar, dijo, más allá de los cuatro años de la próxima legislatura. El candidato de CiU trajo a colación durante su discurso las palabras del ministro de Educación, José Ignacio Wert, quien se mostró partidario de «españolizar» a los alumnos catalanes. «Ellos se piensan que nosotros debemos explicar la historia de España tal como ellos la querrían explicar. En las escuelas explicamos la historia de España como un Estado plurinacional, y no como una, grande y libre», afirmó en un intento de relacionar al Gobierno de Mariano Rajoy con el franquismo.

Mientras Mas recurrió al régimen de Franco para retratar al Ejecutivo, Duran Lleida trató de darle la vuelta a los argumentos de Wert. «Quieren españolizar a los catalanes, creo que les iría mucho mejor intentar catalanizar un poco España», afirmó.

El líder de Unió trató en todo momento de centrar la postura de CiU y de neutralizar la denuncia de sus adversarios del PP y del PSC, que acusan a los nacionalistas catalanes de haber emprendido un viaje que sólo lleva a Cataluña al abismo. «Reivindicamos el derecho a decidir y a no tener miedo, con responsabilidad, queremos construir una mayoría social, no provocar una fractura social», dijo en respuesta a las críticas que se hacen a su formación por dividir a los catalanes. «No somos un grupo de aventureros que quieren llevar al país a la frustración», añadió.

El consejo nacional de CiU aprobó por unanimidad las listas electorales, donde destaca el ascenso de Oriol Pujol al número tres y la presencia de varios consejeros. La continuidad es la nota predominante.

DEL DERECHO A DECIDIR AL ESTADO PROPIO
Estaba previsto que el consejo nacional de CiU ratificara ayer las líneas estratégicas de su programa electoral, pero finalmente será dentro de unos días. En todo caso, se conoce que CiU va a consagrar su apuesta por el «estado propio» para Cataluña y va a evitar el concepto de independencia. De esta manera, CDC sigue el camino trazado en su último congreso, donde ya se planteó esta aspiración inédita en su historia. Sólo hace falta volver la vista atrás y repasar el último programa electoral de CiU de las elecciones autonómicas de 2010. Por entonces, CiU apostaba por «el derecho a decidir» y situaba como prioridad la «soberanía financiera» a través de «un modelo de financiación propio como es el concierto económico». El salto ha sido de gigante en el plazo de sólo dos años.