Copa del Rey

Guadalajara

De Anduva a la sucursal

De Anduva a la sucursal
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Madrid- Si había alguna duda de cuál es el equipo de moda en el fútbol español, el martes un club de Segunda B las disipó. Ni el Barcelona de Messi ni el Real Madrid de Cristiano. Ahora, la mayoría de los españoles animan al Mirandés de Pablo Infante.
Y es que el equipo de Miranda de Ebro conquistó ante el Espanyol el corazón de todos. Ha alcanzado las semifinales de Copa eliminando a tres equipos de Primera (Villarreal, Racing y Espanyol), y mucha culpa la tiene su delantero, Pablo Infante. Es el Pichichi del torneo con seis goles y el héroe de su equipo. Pero no es un jugador cualquiera. Ayer, mientras su equipo celebraba la histórica clasificación, él tuvo que ser más moderado, puesto que debía acudir, como cada día, a su puesto laboral. Trabaja como director de una sucursal de Caja Círculo en la localidad burguesa de Quincoces de Yuso. Debe recorrer alrededor de 50 kilómetros diarios para llegar desde Miranda de Ebro. Ayer se encontró con una pancarta que decía: «Pablo, gracias por ilusionarnos». Él aún no sale de su asombro. «Uno no está acostumbrado a esta repercusión en los medios y lo estamos viviendo como un sueño. Ojalá nos cueste despertarnos y se alargue lo máximo posible», dijo.

El delantero tiene muy claro a quien quiere en semifinales: «Entre Athletic y Mallorca, todo el mundo por cercanía quiere el Athletic. Por tradición e historia, San Mamés llama mucho y tenemos compañeros del País Vasco. No hay lugar a dudas en cuanto al enfrentamiento que deseamos». Pues hasta en eso la suerte le sonríe, ya que el Athletic eliminó ayer al Mallorca.

Infante recuerda el encuentro contra el Espanyol y lo define como «un partido con muchísima emoción». «Anteriormente habíamos tenido una ocasión muy clara que no supimos materializar y yo pensé que se nos había ido la eliminatoria y el pase a semifinales. Y cuando en el último minuto sacamos una falta y mi amigo Caneda logró meter ese testarazo, fue una apoteosis, la gente saltando, vibrando», relató.

El futbolista quiso hacer una mención especial a la afición, a la que señaló como factor clave para que el equipo viva este histórico momento. «Llevo siete años aquí y sé de lo que es capaz. No sólo en los momentos buenos. El año pasado, cuando nos llevamos un palo muy duro en Guadalajara, hubo más de 3.000 personas en el parque apoyándonos. Era cuando verdaderamente los necesitas, cuando te has caído, y por eso pude comprobar cómo era la afición», comentó. Ante el éxito, Infante mantiene los pies en la tierra y no se deja llevar por la euforia. Ante el interés de algunos clubes de Segunda por hacerse con sus servicios, el ariete antepone su trabajo, que es lo que mantiene económicamente a él y su familia.

El sábado el club vuelve a su día a día. Se enfrenta a la Segoviana y luchará por mantener el liderato en el Grupo II de Segunda B.

 

Un director estrella
Pablo Infante se levanta todos los días a las siete de la mañana para acudir a su cita laboral como director de una sucursal bancaria. No pudo ir al restaurante italiano «Al Dente» con sus compañeros para celebrar la clasificación.