Casi doce kilómetros de casa al trabajo

MADRID- Para muchos vivir cerca del lugar de trabajo es una tortura porque «no desconectas», para otros, un lujo que sólo la mitad de los madrileños disfruta. Y es que, según el Atlas de la Movilidad Residencia-Trabajo, cinco de cada diez madrileños tienen que desplazarse del municipio en el que residen a otro de la región para trabajar.
El Atlas, elaborado por primera vez por la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid, es un reflejo de la diferenciación y clasificación de las distintas zonas de la región como «residenciales» o de «trabajo». De esta manera, el eje Castellana- Campo de las Naciones aglutina la mayor concentración de empleos del sector servicios –que representa el 80 por ciento de la economía madrileña–. Así, en diez kilómetros se localizan unos dos millones de puestos de trabajo, y sólo en el Paseo de la Castellana, 350.000 empleos.
Otras de las zonas de concentración son los distritos de Hortaleza o Canillejas: donde se aglutinan empresas pertenecientes al sector industrial. Las tecnológicas, se concentran, sin embargo, en Alcobendas y la carretera de Colmenar o M-607.
Esta sectorización, junto a la cada vez más moderna y extensa red de transportes ha provocado el aumento de los movimientos y distancias de los madrileños a la hora de trasladarse a su lugar de trabajo. Y es que, en la actualidad, prima más la cercanía a la familia o a los amigos, que a la oficina. Sólo existe una excepción: el municipio de Madrid, donde el 80 por ciento de sus residentes trabajan en el mismo; a diferencia de los trabajadores de la periferia que en un 60 por ciento cambian de municipio cuando va a trabajar, según explicó ayer en rueda de prensa el director general de Economía, Estadística e Innovación Tecnológica, José María Rotellar. En líneas generales, la distancia media que se recorre es de 11,8 kilómetros. Hay 25.000 madrileños que superan los cincuenta kilómetros diarios para ir al trabajo y como curiosidad, los hombres recorren distancias mayores que las mujeres en su camino a la oficina; y los inmigrantes, con edades entre 30 y 50 años, recorren una menor distancia que los españoles de la misma edad.
Por actividades económicas, los empleados del sector de la hostelería y el comercio recorren menos distancias que los trabajadores del sector de la construcción.