Barcelona

Argentina asoma la cabeza (1-0)

Derrotó a Nigeria con un gol de Heinze y una buena actuación de Messi, que no pudo con Enyeama

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Maradona ha decidido liberar a Messi, que el genio juegue donde quiera para que Argentina juegue a algo. Y la albiceleste funciona, aunque sin alardes. Messi lo intentó hasta la desesperación, hasta que terminó cansado de estrellarse contra el guardameta Enyeama, el mejor del partido. Un gordito felino que multiplicaba sus manos para detener los disparos de Lionel.Messi acelera el ritmo de Argentina, pero sólo lo justo para que Verón no se asfixie. «La Brujita» manda en el juego de su selección, siempre protegido por Mascherano. Entre ellos dos y Tévez, la albiceleste construye su fútbol. El «Apache» también se maneja con libertad, desplazándose a una banda y a otra para abrir el campo, para distraer a las defensas ante las llegadas de Higuaín, o Verón. O Messi, que tampoco se puede estar quieto. De los demás, la albiceleste sólo necesita sus carreras, el sudor que no debe manchar las camisetas de Verón y de Messi. Para correr está Jonás, por algo le llaman el «Galgo», al que su seleccionador le dejó toda la banda para que afinara sus piernas en las dos partes del campo. Y para pegar ya tiene a los centrales.Pero en algo se equivoca Maradona. Según sus cuentas, Di María completa el setenta por ciento de sus regates. «Le salen siete de cada diez», anunciaba Diego en la previa. Ayer llegó al cien por cien. No le salió ninguno, porque tampoco lo intentó. Fue un fantasma zurdo que se asomaba por los balcones del campo sin nada trascendente que ofrecer a su equipo. A Maradona le fallan las cuentas, pero no tiene la culpa. Los genios no tienen que ocuparse de las estadísticas.Para eso está Higuaín, para sumar carreras y goles. Pero ayer sólo cumplió con la mitad de sus obligaciones. La portería se le hizo pequeña o Enyeama demasiado grande. Las que no le paraba el portero nigeriano las mandaba fuera. Aunque sólo tuviera que empujarla, como sucedió en la primera parte con un pase de Messi.Argentina crea ocasiones a partir de un fútbol elaborado. Se trata de que Messi se sienta cómodo, como si jugara en el Barcelona, aunque mire a su alrededor y no reconozca a nadie. Ayer, por lo menos, pudo reconocerse a sí mismo, algo que no acostumbra a pasarle cuando juega con Argentina. Pero si no funciona la vía sensible, Argentina tiene otras soluciones más contundentes. El gol llegó temprano y de una manera imprevisible, en un cabezazo de Heinze desde el punto de penalti a la salida de un córner. El «Gringo» se lanzó en plancha para rematar el centro de Verón ante el despiste de la defensa nigeriana. La pelota, todavía dolorida por la violencia del choque con la frente del defensa argentino, se metió por la escuadra de la portería. El único rincón que no alcanzó a taponar Enyeama. Al portero nigeriano le divierte más parar a Messi que a Heinze. Pero en Argentina, cuando no tiene éxito un «crack», se improvisa un héroe. Como el goleador de ayer, un futbolista que vivió muchos años de manera clandestina en la selección. Un desconocido para su público. Vivía más tranquilo entonces. Desde que saben quién es ya no le quieren en el equipo. Ayer se hizo perdonar los pecados.Nigeria quiso responder a la carrera. El talento se esfumó con la generación de Kanú, que ahora viaja como «animador» en la lista de 23. Pero queda el músculo, la incansable actividad por detrás de la pelota que les lleva a robar alguna y salir disparados hacia la portería contraria. Nada que inquietara a Romero. Una suerte para Argentina, que confía más en su parte delantera que en la trasera. Los defensas son mayores y poco ágiles. Por eso Samuel, Demichelis y Heinze se sienten cómodos con delanteros como Yakubu, con más músculo que fútbol.La fuerza de los argentinos está en los pies de Verón hasta que empieza a necesitar la respiración asistida. Pero, sobre todo, Argentina es Messi. Que tiene fútbol y muchas ganas de demostrar que es el mejor jugador del mundo. En el Barcelona o en su selección, que si es grande no es por jugar rodeado de los bajitos del equipo azulgrana. Ayer empezó a demostrarlo. Lo intentó de todas la maneras posibles. Desde fuera del área y desde dentro. Por arriba y por abajo, a una esquina y a la contraria. Pero siempre se le cruzaba la misma imagen, el vuelo de Enyeama para inutilizar sus disparos.Maradona quiere que Leo sea para esta Argentina del siglo XXI lo mismo que fue él para aquella albiceleste de Bilardo que ganó el Mundial 86. Pero necesita más ayuda. Maradona ganó casi solo aquel campeonato. Si Messi lo consigue igualará a Dios.

FICHA TÉCNICA

-RESULTADO: ARGENTINA, 1 - NIGERIA, 0 (1-0, al descanso).

-EQUIPOS.

ARGENTINA: Romero; Jonás Gutiérrez, Demichelis, Samuel, Heinze; Mascherano, Verón (Maxi Rodríguez, min. 75), Di María (Burdisso, min. 87); Messi, Tévez e Higuaín (Milito, min. 80).

NIGERIA: Enyeama; Odiah, Shittu, Yobo, Taiwo (Uche, min. 76); Obasi (Odemwingie, min. 60), Etuhu, Haruna, Kaita; Yakubu y Obinna (Martins, min. 52).

-GOLES.

1-0, min. 6. Heinze.

-ÁRBITRO: Wolfgang Stark (ALE). Amonestó con tarjeta amarilla a Jonás Gutiérrez (min. 41) por parte de Argentina y a Haruna (min. 78) por parte de Nigeria.

--ESTADIO: Ellis Park.