Aguirre aplaza su sucesión al frente del PP de Madrid

MADRID- Hace ya más de un mes y medio, cuando Esperanza Aguirre anunció por sorpresa su dimisión al frente de la Comunidad de Madrid aseguró que también dejaría la Presidencia del PP madrileño: «No de forma inmediata, pero no me gusta la bicefalia», aseveró entonces. Ayer, sin embargo, la ex presidenta regional se reivindicó al frente de su partido en Madrid y como prueba irrefutable de respaldo puso el 92,2% de votos con los que fue reelegida presidenta de su formación en el último congreso interno, en abril.

Aguirre no ocultó su cambio de parecer al admitir que aunque en un principio no se mostró a favor de la bicefalia, en este mes ha ido viendo como salían «algunos diciendo que les gustaba. Y yo, que soy muy negociadora y transigente, aquí estoy, bicefaliamente». La salida de la ex jefa del Ejecutivo autonómico, la designación de su futuro sucesor y, sobre todo, la fórmula que se escogerá para este proceso (mediante un congreso extraordinario o por designación directa del Comité Ejecutivo) han sido, durante este tiempo, uno de los temas más recurrentes en los corrillos populares.

No obstante, en este tiempo han sido innumerables los miembros del PP que, lejos de animar a Aguirre a abandonar la Presidencia del PP de Madrid, han apostado por que fuera ella la que manejara los tiempos. Desde María Dolores de Cospedal, que habló de una sucesión «con tranquilidad»; pasando por su sucesor en el Gobierno regional, Ignacio González; la alcaldesa Ana Botella, o Alberto Ruiz-Gallardón, han defendido la potestad de Aguirre para continuar al frente del partido hasta agotar mandato y para elegir el momento más oportuno para realizarlo antes de los cuatro años que le quedan. Y ahora no parece ser el momento más adecuado para salir. De hecho, la ex jefa del Ejecutivo madrileño quiso anunciar su continuidad en la primera reunión desde que dejó la Comunidad de Madrid al frente del Comité Ejecutivo y de la Junta Ejecutiva regional. Aguirre también aprovechó para reivindicar el cumplimiento de las leyes respecto a la ofensiva nacionalista liderada por Artur Mas: «Llamar al incumplimiento es lo más antidemocrático que puede hacer una autoridad», afirmó.

Por último quiso referirse a la tragedia del Madrid Arena para exigir que se llegue al fondo de la investigación y que se aclare la verdad, «caiga quien caiga».