El líder libio cada vez más acorralado y aislado pierde su voz

Ajdabiya- Prueba de ello es que la Liga Árabe ha decidido boicotear la señal de la televisión pública libia, evitando de esta forma que la voz de Gadafi alcance a los países árabes, que han retirado de forma definitiva y totalmente decidida su apoyo al coronel.
Mientras, sobre el terreno, los rebeldes van ganando la guerra o, al menos, algunas batallas fundamentales, como la de Misrata: los revolucionarios se han hecho con el control de la ciudad, después de más de dos meses de durísimos combates y asedio, y avanzan hacia el oeste, donde están luchando por el control de la localidad de Zliten.
El Gobierno rebelde dijo ayer que sus hombres están avanzando en todos los frentes, desde las montañas del oeste hasta los oasis del sureste, y que no se puede hablar en absoluto de «estancamiento».
La principal presión para Gadafi siguen siendo las bombas de la OTAN, a la que el Gobierno libio ha pedido un alto el fuego a través del enviado especial de la ONU para Libia, Abdula Jatib, que llegó ayer a Trípoli, de donde salió a su vez un enviado de Gadafi rumbo a Moscú, supuestamente para buscar una salida pactada al conflicto.