Soria plantea que las eléctricas paguen parte de las renovables

José Manuel Soria lo viene advirtiendo casi desde el mismo momento en que tomó posesión. El ministro de Industria no está dispuesto a que los consumidores carguen en solitario con el conocido como déficit de tarifa, que en este momento supera los 22.000 millones de euros. Y ayer dejó entrever una de las posibles soluciones para repartir esta carga. En una entrevista en la Cadena Cope, Soria abrió la puerta a que estas compañías asuman parte del coste extra que suponen las energías renovables y que actualmente sólo pagan los usuarios a través del recibo de la luz –de una factura tipo de 100 euros, algo más de 18 corresponde a este concepto [ver cuadro adjunto]–.

La cuota mensual que se paga se compone de dos partes. La mitad aproximadamente corresponde al coste de la energía, que se determina en subastas que se realizan periódicamente. El resto son los conocidos como peajes, que englo- ban los costes de aspectos como el transporte, la distribución y las primas a las energías renovables, que en 2010 ascendieron a más de 7.000 millones de euros.

Desfase
Las eléctricas aseguran que lo que recaudan no es suficiente para compensar lo que les cuesta producir la energía y cubrir estos costes, entre los que están las primas a las renovables, por lo que el déficit de tarifa antes citado ha engordado de forma imparable en los últimos años. Una bola, además, que no deja de crecer. Para este año, al anterior Ejecutivo había fijado mediante real decreto un límite de 3.000 millones de euros, que debía ir reduciéndose de forma paulatina hasta llegar a cero el año que viene. Pero en octubre ya alcanzaba los 3.258.

Que el Ejecutivo se esté planteando este tipo de alternativas obedece, según explicó Soria, a que Industria no está dispuesto a renunciar a las energías renovables, aunque sean las más caras. Su intención, aseguró el ministro, es que sigan teniendo un importante peso en el mix de generación eléctrica, «pero sabiendo que comportan un extracoste que ha de pagar alguien: o el Estado, o los consumidores o una parte de las eléctricas». «Si el Estado no tiene recursos, porque tiene cada vez menos; si los consumidores no desean que se incorporen a las tarifas y si las eléctricas tampoco quieren, es evidente que tendremos que llegar a un acuerdo entre todos para ver lo que hacemos», explicó Soria, que avanzó que centrará su trabajo de las próximas semanas en el terreno energético para intentar consensuar con las compañías una solución al déficit de tarifa.

Si bien el Gobierno es consciente de la gravedad de esta «hemorragia financiera», como la definió Soria, también lo es de que cualquier cambio que quiera introducir debe contar con el beneplácito del sector. El Gobierno, aseguró desea cambiar el modelo energético actual, pero no desea hacerlo «de forma unilateral. Queremos hacerlo con los consumidores, las distribuidoras y las eléctricas», para lo que ha empezado a hablar con los responsables de estas últimas.

La solución que le vienen reclamando las compañías pasa por una subida del recibo de la luz. Según sus cuentas, que coinciden con las de un informe hecho público hace unas semanas por PwC, los peajes deberían subir un 30%, lo que solucionaría de un plumazo el problema.
El único remedio que el Gobierno ha encontrado por el momento para abonar este déficit es la titulización de una parte del mismo. A través del Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica, el Estado ha colocado en los mercados cerca de 9.000 millones de euros del déficit, dinero que ha ido a parar a las arcas de las eléctricas para reducir la deuda. De esta forma, los consumidores pasan a adeudar esta cantidad a aquellos que han comprado la deuda en el mercado en lugar de a las compañías del sector, aunque además tendrán que abonar los intereses que el Estado se ha visto obligado a ofrecer para colocarla.