Cataluña

El show de ETA

La Razón
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Los etarras son terroristas, pero en general no tontos; hay algunos muy tontos, pero no la organización como tal. Durante sus más de 50 años de existencia han conseguido demostrar su capacidad estratégica y esta supuesta «conferencia de paz» es precisamente eso, estrategia pura y dura.
Tras el fracaso de la última tregua se dio la orden de acorralar y cercar a los etarras donde estuvieran. La colaboración francesa no sólo fue activa sino con compromiso real dado que ETA mató a uno de lo suyos. Así se llegó al punto de que cuando un terrorista intentaba hacer pipí se encontraba con alguien de la gendarmerie, más un policía, un guardia civil y otro del CNI, lo que le provocaba ganas de hacer servicios mayores. Otra cosa era desmontar todas sus estructuras. Visto el panorama se impuso la tesis más pragmática junto al sálvese quien pueda y la escenificaron: comunicados, casi ningún alboroto, llamadas a la paz y ahora asilo de unos cuantos jubilados internacionales por parte del mundo abertzale para darle glamour al tema. Era incomodo ir a hacer pipí con tanta gente mirando con mala cara y acabar haciendo popó.
Ustedes privilegiados lectores de LA RAZÓN tiene aquí al mejor experto en ETA, Jesús María Zuloaga, quien, como yo que los he estudiado, interrogado y conseguido condenar, no le da a esta «conferencia de paz» más importancia que un show de ETA que por lo menos esta vez no es sangrienta. Tranquilos, mientras policías y guardias civiles y agentes de CNI siguen a lo suyo y éstos no están para charletas.