La Iglesia argentina declara la guerra a los Kirchner

Frente al avance de los Kirchner en favor del reconocimiento legal del matrimonio gay, la Iglesia ha decidido no quedarse en el púlpito ni detener su ofensiva. Hoy es el día de la esperada votación en el Senado. A diferencia de lo que ocurrió hace 23 años, cuando se sancionó la ley de divorcio vincular y la Iglesia se resignó a aceptar la votación adversa, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, está resuelto a dar pelea frente a los Kirchner, más allá de la votación de este miércoles. La última en atacar fue presidenta Cristina Kirchner, que sin aludir a la Iglesia, respondió desde China a las advertencias lanzadas por la jerarquía eclesiástica.La presidenta manifestó sus sorpresa por las objeciones en las que se habló de «un proyecto del demonio» y calificó a esos dichos como de «los tiempos de la Inquisición» y de «la época de la Cruzadas». Además, añadió que «hasta hablan de una guerra de Dios y de un plebiscito», y que plebiscitar un derecho de la minoría equivaldría a «una distorsión de la democracia que las mayorías restringieran los derechos de las minorías».Sin embargo, y aunque ayer por la tarde, durante un acto público en Plaza Constitución, el cardenal Jorge Bergoglio evitó responder a las expresiones del matrimonio presidencial, el prelado aprovecho días antes el Tedeum celebrado por el día de la independencia, para arremeter contra la Casa Rosada. «Extrañamos esos gobernantes que anteponían el bien común al propio», dijo el cardenal.«No se trata de una simple lucha política, es la pretensión destructiva al plan de Dios», añadió Bergoglio en una carta dirigida a la Orden de los Carmelitas Descalzos. La ley de matrimonio gay fue definida por el cardenal como «movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios».Cristina seduce en ChinaCristina Fernández de Kirchner se encuentra en China, uno de los mayores socios económicos de Argentina. La mandataria fue recibida por su homologo chino, Hu Jintao, en Pekín, donde formaron varios acuerdos en diversos sectores. Los intercambios comerciales entre Argentina y China aumentaron fuertemente durante el gobierno de los Kirchner, pasando de 4.000 millones de dólares en 2004 a 14 mil millones en 2008.