Guerrilla
Escalada de comunicados
Desde el pasado mes de septiembre, la banda terrorista venía anunciando su intención de no cometer «acciones ofensivas», aunque en ningún momento llegó a hablar claramente de renuncia a las armas, de fin de la violencia.
Hasta el pasado mes de enero no incluyó en un comunicado los adjetivos «permanente, verificable y general» para acompañar a su «alto el fuego». Estos son los últimos cuatro anuncios de la banda terrorista:
5 de septiembre de 2010:
Por medio de un comunicado publicado en «Gara» y un vídeo enviado a la cadena británica BBC, la banda comienza a reclamar una negociación a cambio de nada. Aseguran que ETA «hace ya algunos meses tomó la decisión de no llevar a cabo acciones armadas ofensivas», pero ni una mención a una posible tregua, entrega de las armas o abandono definitivo de la violencia. Ofrecían una negociación directa con el Gobierno para «acordar los mínimos democráticos» para emprender el «proceso democrático».
19 de septiembre de 2010:
Apenas habían pasado dos semanas desde el anterior comunicado y la banda lanzaba otro. En él se quejaban de que lo que escribían «le importa un pimiento a España y Francia» y volvían a presionar al Gobierno con una negociación en la que incluían a mediadores internacionales. De nuevo ninguna mención al fin de la violencia o al abandono de las armas.
26 de septiembre de 2010:
En esta ocasión, la versión de la banda venía en forma de entrevista en el diario «Gara». Los terroristas aseguraban que no renunciarían a la extorsión y que se «defenderá» si se siente atacada. ETA, además, mantenía abierta la posibilidad de seguir robando coches, armas y la instrucción de pistoleros, al tiempo que dejaba claro que la «verificación» de su alto el fuego tenía que esperar.
10 de enero de 2011:
En esta ocasión los pistoleros ya habla de «alto el fuego verificable, general y permanente», pero ni plantea la entrega de armas ni alude al fin de la violencia ni anuncia su intención de disolverse ni renuncia al chantaje... Eso sí, retoman la palabra «negociación» y se plantean la posibilidad de volver a atentar si no se negocia.
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