Lío antes de empezar

Fue, efectivamente, el sorteo, el epicentro de una asamblea cuyos puntos se resolvieron favorablemente por mayoría absoluta. Es más, ningún voto negativo tanto en el balance económico de 2010 –con un beneficio de más de 6 millones de euros– como en el presupuesto para 2011 de algo más de 100 millones.
El sorteo, que tuvo que ser interrumpido durante diez minutos por un fallo informático, presentó un Madrid-Baarça de ida que deberá ser aplazado, horarios inhóspitos y la posibilidad de un nuevo maratón de clásicos en abril, y eso que la suerte no tiene demasiado lugar cuando los condicionantes son tantos a incluir en el programa informático: hasta ocho equipos están preasignados numéricamente, ya que los contratos televisivos y la Liga obligan a que sea así porque no quieren que ciertos partidos coincidan en la misma jornada o ciertos duelos se produzcan antes o después en el tiempo; también se atiende y complace a los equipos que han pedido jugar como local o como visitante en la primera jornada; y además, se empareja con números consecutivos a los clubes de la misma zona geográfica para propiciar que jueguen en la misma jornada uno como local y otro como visitante.
Pues así y con todo esto, hay lío antes de empezar. El clásico, que a diferencia de las tres últimas campañas se juega en la ida en el Bernabéu, es el 11 de diciembre, cuatro días antes de que el Barcelona juegue en Japón la semifinal del Mundial de clubes, por lo que podría ser aplazado, a menos que los de Guardiola acepten adelantarlo al sábado 10 (si es que las teles quieren) y disponer de un día más para adaptarse al jet-lag del viaje. Están condenados a entenderse, pues, en principio, la Federación sólo contempla dos cambios en el calendario y esos ya están asumidos: el partido de la segunda jornada Barcelona-Villarreal del 28 de agosto que se jugará el 29, lunes, porque el equipo culé disputa la Supercopa europea frente al Oporto el día 26 en Mónaco, y el Barcelona-Rayo, de la jornada 17, programado para el 18 de diciembre y coincide con la final del Mundialito, y que se adelantaría al 29 de noviembre.
 Otra de las grandes sorpresas es el horario del partido de vuelta de la Supercopa de España, que el Barça y el Madrid disputarán el 17 de agosto a las 23:00, día en el que hay partidos de la eliminatoria previa de la Liga de Campeones, entre ellos el del Villarreal, y la UEFA prohíbe que a la misma hora se disputen partidos de otras competiciones. Es decir, que si hubiera prórroga o penaltis la Supercopa dilucidaría campeón en torno a la 01:30.
Por otra parte, y pese a las quejas que hubo, la campaña 2011-12 podría traer otro nuevo maratón de clásicos, ya que la vuelta del clásico, en la jornada 35, es el 22 de abril, curiosamente entre los dos encuentros de semifinales de Liga de Campeones.