Suecia
Perversos Hansel y Gretel
«La casita de jengibre», de Gerhardsen, se adentra en un thriller de alta tensión«La casita de jengibre»Carin GerhardsenPLANETA 304 págs, 20,90 eur. (e-book 5,65 eur)
Ésta no es una novela criminal al uso. Incluye Al sempiterno asesino en serie y una pormenorizada investigación a cargo del comisario de la policía judicial Conny Sjöberg, ayudado por un compacto y singular equipo, pero su autora, la novelista sueca Carin Gerhardsen, quiere volar más alto y diferenciarse del resto de novelistas nórdicos con una propuesta social más comprometida: el acoso infantil –el «bullying» entre niños de preescolar–, y las consecuencias psicológicas y sociales de la desestructuración familiar en la Suecia actual. Resulta evidente que «La casita de jengibre» es un cuento de hadas tan perverso como el original de los hermanos Grimm: Hansel y Gretel. En ambos aparecen pérfidas madrastras, brujas que engordan a niños abandonados para comérselos y niños que se vengan horneando a la bruja. Nos encontramos ante el clásico desplazamiento realista. Según Northrop Frye, la novela es un desplazamiento realista del romance, «adaptada a una demanda de mayor conformidad con la experiencia ordinaria». Los personajes del cuento de Grimm se han convertido en la literatura moderna sueca en asesinos en serie. Narcisitas sin identidad que buscan en la venganza imaginaria o real algún tipo de resarcimiento moral que cauterice las heridas aún abiertas de su atribulada infancia sin conseguir más que dolor y enajenación.
Lo más interesante de «La casita de jengibre» es el brillante tratamiento de la narración y sus protagonistas. La marca de fábrica del polar es el costumbrismo policiaco. El comisario Conny Sjöberg es un modelo de padre con una vida familiar exitosa, que acepta gustoso las tareas caseras mientras investiga el caso criminal con la lentitud y meticulosidad de un buen guiso casero. La autora redefine la «guerra de los sexos» en el modelo actual de pareja y se muestra crítica con los límites imprecisos entre seducción y violación, centrados en la detective Petra Westman, cuya subtrama irá desarrollándose en sucesivos títulos.
La nueva corriente describe al detective como un ser integrado en su entorno social y con una vida familiar excepcionalmente feliz que contrasta con el mundo exterior, la Suecia de las clases medias trabajadoras: gente solitaria, vulgar, envejecida y sin alma, que engendra, ante la indiferencia general, seres amargados y psicópatas. Las causas de este desasosiego social las atribuye a los abusos infantiles en la escuela, el individualismo y la violencia intergeneracional.
Carin Gerhardsen desea mostrar los contrastes entre la familia feliz y estos seres dañados con parábolas éticas como esta obra, primera de las cinco novelas protagonizadas por Sjöberg.
Sobre la autora: Una de las más dotadas en la actual novela policiaca nórdica. El descubrimiento literario del año
Ideal para...leer sin prisas y sin pausas y abandonados a la prosa seca y sin concesiones de Carin Gerhardsen
Un defecto: Alguna trampilla para engañar al lector y sorprender con el desenlace
Una virtud: La concisión y naturalidad con la que fluye la trama
Puntuación: 8
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