España
La cadena perpetua en saco roto
Mañana comienza un juicio que jamás debería haberse celebrado. Primero, porque el asesino al que se juzga, un pederasta reincidente, no tenía que estar en la calle cuando cometió su crimen, pues no se ejecutó una sentencia sobre él.
Segundo, porque la familia de la víctima no quería que se celebrase. «No queríamos volver a eso... Es muy duro», afirma Juan José Cortés, con la voz entrecortada. Pero no hay vuelta atrás: Santiago del Valle, junto a su hermana Rosa, se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial de Huelva por el asesinato de la pequeña Mari Luz Cortés, de 5 años.
La Fiscalía pide 23 años para Del Valle y 17 para su hermana. Mientras, la acusación particular solicita 32 años para el primero y 17 años y 6 meses para la segunda. «Es lo máximo que se puede pedir según el Derecho jurídico», aclara Alberto Revuelta, abogado de la familia Cortés. La acusación particular suma seis años por agresión sexual –la Fiscalía acusa a Del Valle de abuso–, a lo que hay que añadir la reincidencia del acusado. «No hubo violencia sexual sobre la niña, pero sí la intención de agredirla en este sentido», aclara el abogado, que señala que, «previsiblemente», Del Valle podría declarar mañana.
Ninguna de estas penas satisfaría al padre de Mari Luz. «Esos años no serían suficientes. Así no se paga el dolor que nos ha causado, a nosotros y a la sociedad. Su crimen no podría pagarlo ni con su vida», asegura Cortés, que desde que le arrebataron a su pequeña, en enero de 2008, se fijó como meta el endurecimiento de las penas para los pederastas. Y en este contexto, reivindicó la cadena perpetua, algo que «pide toda la sociedad». Cortés enarboló una causa a la que se unieron cerca de dos millones y medio de españoles. Tantos como firmas entregó al presidente del Gobierno. «¿Qué ha sido de esas firmas? El presidente tendrá que responder. No sé, estarán en un almacén, o las destruirían...», dice con desencanto.
«Puede volver a ocurrir»
Porque, a día de hoy, cree que «nada ha cambiado». «Lo que le pasó a mi hija puede volver a ocurrir en cualquier momento. Cada dos por tres, los asesinos salen a la calle», afirma. Sin embargo, tiene sus esperanzas depositadas en el futuro. «Tengo la confianza de que el PP, en la próxima Legislatura, aprobará la cadena perpetua revisable en España», dice. Algo que no ocurrirá si el PSOE ganara la próximas elecciones generales de 2012. «Estoy muy decepcionado con la respuesta del Gobierno. Si hubieran querido hacerlo, lo habrían hecho ya. Van en contra de la mayoría de la sociedad», sostiene.
No en vano, «el partido que esté de parte de los ciudadanos, recibirá su apoyo». Porque, al final, «la gente está harta de palabras. Ante todo, les preocupa más la integridad física de sus hijos».
En cuanto al juicio, Cortés reconoce que intentó en un principio evitarlo mediante un acuerdo para no revivir el calvario. Con todo, Revuelta reconoce que era prácticamente imposible, pues sólo se prevé un acuerdo en «delitos con condenas menores a seis años». Según Cortés, «los abogados de los acusados no quería un acuerdo. Está más interesados en lo mediático que en defender a sus clientes. Quieren publicitarse».
Ni él ni su mujer acudirán a la sala de vistas hasta el 24 de febrero, último día del juicio, cuando están citados a declarar como testigos. Mientras, «mi mujer y yo estaremos en casa, esperando». Por otro lado, Cortés se muestra conforme con que sea un tribunal profesional, y no un jurado popular, el que se haga cargo del caso. «El jurado popular nunca te da las garantías suficientes», asevera.
¿Puede haber sorpresas? «Alguna otra responsabilidad puede salir a la luz», dice Cortés, en referencia a Isabel García, esposa de Del Valle y actualmente libre de cargos. «Pudo haber sido cómplice por encubrimiento», aventura. Pero mientras, toca esperar. Eso sí, con dos anhelos: «Que todo el peso de la justicia caiga sobre los acusados y que lo que ha pasado mi hija no le pase a nadie más».
Los logros de un padre coraje
- El empeño de Juan José Cortés por cambiar la Justicia española, tras la muerte de su hija, parece que ha dado sus frutos. Con todo, cree que el Gobierno «no ha llevado a cabo los cambios más importantes».
- Reforma del Código Penal. En 2008, el Gobierno anuncia la creación de un registro de pederastas. Y tras mucho retraso, en abril de 2010 quedó aprobada la reforma del Código Penal. «Fue muy light», dice Cortés. Así, se endurecieron las penas para los abusos sexuales a menores.
- Régimen disciplinario. Tras la multa de 1.500 euros al juez Tirado, el Gobierno anunció una reforma del régimen disciplinario de los jueces. Sin embargo, hasta ahora, «sólo se han puesto parches».
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