África

Estado Islámico

Gadafi ofrece diálogo con bombas

El frente del este regresa a donde estaba la semana pasada: en Ras Lanuf. La ciudad sigue estando bajo control rebelde, pero las fuerzas gubernamentales han detenido el avance de los revolucionarios, forzándolos a retroceder y acercándose peligrosamente al enclave petrolífero, que representa un punto estratégico para el país árabe.

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Los rebeldes se han replegado asustados a Ras Lanuf, donde en la madrugada de ayer se vivieron escenas de pánico cuando parecía que las huestes de Gadafi habían entrado en la ciudad. Sus fuerzas de tierra se mantienen a pocos kilómetros de distancia, pero su aviación bombardeó ayer las posiciones rebeldes por tercer día consecutivo sin dar en el blanco: cada vez resulta más evidente que los errores de los aviones del coronel son voluntarios y que éstos están advirtiendo a los rebeldes de lo que podría venir.

El empleo de la aviación será fundamental en el desenlace de la guerra, tanto en los choques entre los dos bandos como por la hipotética intervención extranjera con el establecimiento de una zona de exclusión aérea. Se cree que el coronel dispone de unos 200 aviones de combate y 50 helicópteros, muchos de los cuales son anticuados o no están operativos, pero marcarían la diferencia respecto a los rebeldes, que no poseen medios aéreos y no pueden luchar con sus cuerpos frente a los tanques y aviones. Aunque cuentan con muchas armas, todas aquellas que han robado de las bases militares que ya han caído en el este: kalashnikovs, lanzagranadas y baterías antiaéreas.

La superioridad de Gadafi es evidente, pero los rebeldes habían conseguido avanzar –o el coronel les había dejado llegar hasta su zona de influencia, en el centro de Libia, dejando así al descubierto la retaguardia–.

Ahora todos los hombres del este se han marchado al frente a luchar y las ciudades liberadas están más vulnerables, sin guerrilleros que las protejan frente a un posible contraataque. Las calles de Bengasi, la mayor ciudad del este y bastión revolucionario, están vacías: los jóvenes que en los pasados días saturaban las avenidas y la plaza central con manifestaciones han desaparecido.

Se han ido a luchar hacia el oeste, a Ras Lanuf, y en Bengasi hay miedo de que la capital de la Libia libre quede al descubierto y sea reconquistada.

Rechazo de la oposición

Fuera del frente de batalla, el Consejo Nacional Libio rechazó ayer reunirse con Gadafi en el Congreso General del Pueblo para encontrar una solución a la crisis política y alcanzar un acuerdo por el que el dictador pueda presentar su dimisión con ciertas garantías de que no será llevado a juicio, según Al Yazira. La cadena de televisión explicó que fuentes del consejo interino de los rebeldes en Bengasi señalaron que rechazan el ofrecimiento de Gadafi porque le permitiría conseguir una salida «honorable» y porque creen que ofendería a las víctimas de su violencia.

Al Yazira informó de que Gadafi quiere garantías para él y para su familia de que no serán llevados a juicio y aseguró que el mandatario envió al ex primer ministro Jadala Azzouz Talhi a reunirse con los rebeldes para transmitirles la propuesta de un encuentro en el Congreso del Pueblo para acordar los detalles para lograr una acuerdo que ponga fin a la crisis que desangra el país magrebí.