Londres

Mullera la bomba de relojería

Ángel Mullera
Ángel Mulleralarazon

LONDRES- Los diplomas, los tiros al palo en el medallero, las victorias parciales, parece que todo eso se difumina tras la imagen del fondista de 3.000 obstáculos Ángel Mullera, recuperado por el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) para los Juegos, a pesar de que en el laudo, el Tribunal insiste en que el atleta ha obrado mal y le va a cobrar las costas. Sin embargo, está por verse que Mullera aterrice en Londres, ya que el Consejo Superior de Deportes continúa buceando en el expediente que el deportista tiene abierto y ha instado a la Federación Española de Atletismo para que su Comité de Competición encuentre razones más poderosas que las que aportó para «castigarle».

El TAS aclara que «el ambiente enrarecido del equipo no puede ser considerado una razón técnica», tal y como adujo en el informe que recibió de la RFEA, al que responde: «La Federación excluyó arbitrariamente al atleta y contravino sus criterios de selección. Este tribunal no justifica la conducta inapropiada del señor Mullera y entiende la posición de los órganos deportivos que desean combatir el dopaje».

Esos órganos deportivos son el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Español. La posición de ambos es inequívoca: si hay correos –Mullera los ha reconocido como suyos– si en ellos el afectado intercambiaba información con un preparador que le marcaba los tiempos para doparse, el asunto es tan grave que no tenía que haber explotado en Londres. Lo peor, es que si Mullera termina incorporándose al equipo para disputar mañana los 3.000, la bomba puede ser de racimo y estallar de nuevo en plena competición.

En la Villa Olímpica espera Martos, el sustituto de Mullera, sin saber si va a competir o a adelantar el viaje de regreso. En Londres, el COE y el CSD hacen lo posible para arreglar lo que pudo haberse evitado hace cuatro meses, cuando aparecieron los correos comprometidos y la RFEA, en vez de sancionar, de abrir un expediente por dopaje que consideró «una cuestión técnica», se conformó con hacerle controles periódicos que dieron resultados negativos.